Hinchada... ¡hay una sola!

Eduardo Tucci

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“Somos locales otra vez...” dice la letra de un cántico que recorre las gradas de los estadios argentinos. Este grito bien tribunero se condice con la situación generada a partir de la presencia de hinchas que se instalaron en Qatar para alentar al seleccionado argentino en la Copa del Mundo de Qatar. Es que como nunca, más allá del contexto económico y de otras situaciones que tienen que ver con el armado de un viaje que se hace eterno, hay una verdadera invasión de público pocas veces vista.

No escapa a la consideración general que hay un feeling muy articular entre este grupo que integra la Scaloneta y la gente. No resulta exagerado destacar que cuesta encontrar otra contienda como visitante que haya reunido tantas camisetas celestes y blanca. La presencia de Messi puede ser un motivo central del asombroso número de simpatizantes pero con seguridad no es el único.

Los hinchas argentinos han despertado la admiración de todo el mundo

Hay otros integrantes del equipo –el Dibu Martínez, De Paul, Di María y hasta el propio Scaloni-- que han despertado una actitud especial en los simpatizantes y también se confía en la forma de encarar los partidos como en las decisiones del cuerpo técnico a la hora de hacer cambios.

En esta locura desatada alrededor de la enorme presencia de argentinos tiene que ver también con que el equipo nacional, después de muchos años le ha devuelto la ilusión a la gente. Messi es la expresión más clara de que algo cambió en la Selección porque hasta el propio capitán ha estado mejor que nunca en la principal cita del futbol mundial.

“Es amor, no hay otra forma de definirlo” ha dicho Lisandro Martínez, el zaguero de la Selección que encontró una definición perfecta para este momento. El fenómeno viene sorprendiendo al mundo del fútbol, mientras miles de hinchas aparecen en cada recorrida televisiva de cada jornada mundialista .Con una notable renovación en los cánticos, la tribuna argentina genera una escenografía que define muy bien Ángel Di María: “Estamos jugando como si estuviéramos en Argentina. Incluso, cuando perdimos con Arabia la gente alentó como si hubiéramos ganado”, describe uno de los que también se reconcilió con la gente.

Alguien ha escrito que si en paralelo se jugara el Mundial de los hinchas, Argentina ya sería campeona del mundo en el rubro. Las crónicas periodísticas al respecto han remarcado que ni los brasileños, que siempre son muchos, llenaron la cancha en los partidos de su selección como ocurrió con el equipo nacional. Argentina, contra México, protagonizó el partido con mayor concurrencia en un Mundial en los últimos 28 años: asistieron 88.966 espectadores con un aporte notable de público azteca. Una cifra que no se daba desde Estados Unidos 94 cuando asistieron 94.194 personas para ver la final Brasil-Italia.

Un repaso por los distintos escenarios de partidos por la Copa del Mundo ha permitido establecer que hinchas de las selecciones europeas no tienen mucha presencia lo que estaría relacionado a una especie de boicot de los europeos amparado en la vulneración de los derechos de las mujeres y la hostilidad hacia la comunidad.

Por estas horas, a la espera del choque con Paises Bajos, los argentinos hacen lo imposible por encontrar una entrada, protagonizan banderazos callejeros y han logrado que Ciro y los Persas y Los Totora le pongan música a las fiestas después de cada partido.