Patricia Bullrich pone pie en el armado bonaerense

Incorporó a gente de su espacio a la conducción provincial del PRO. Tensión con Jorge Macri y otros. La interna con Larreta

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Mariano Pérez de Eulate

mpeulate@eldia.com

En el incesante proceso de construcción de su precandidatura presidencial por el ala PRO de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich viene caminando el país y acaba de dar una suerte de punta pie inicial para el armado bonaerense de su espacio: incorporó a su gente a la conducción provincial del partido amarillo, movida que la pone en tensión con Jorge Macri.

El alcalde de Vicente López -en uso de licencia- venía manejando casi sin objeciones el sello a nivel provincial hasta que Bullrich lo desafío a una interna para dirimir las autoridades. Como informó este diario en su momento, todo terminó en una lista de unidad en la que el “bullrichismo” logró ciertas posiciones estratégicas en la conducción, que antes no tenía. Algo que, comentan en el espacio macrista, también es mirado con cierto recelo por la logia de intendentes amarillos que, junto con Jorge Macri y demás actores bonaerenses, se alinean con el proyecto nacional del porteño Horacio Rodríguez Larreta.

Lo que Bullrich procura instalar en el mundo PRO es la idea de que es posible que la Primaria Abierta del año que viene, en la que se dirimirá la candidatura presidencial de la oposición, tenga a dos exponentes macristas: ella misma y Rodríguez Larreta. A los que se sumaría, casi con seguridad, un representante del radicalismo.

Bullrich, exponente del “ala dura” del PRO, se mueve con la venia de Mauricio Macri, quien tendría hablado con el alcalde porteño dejar correr a su pupila. Al menos por ahora.

Lo dicho: la ex ministra de Seguridad comenzó un proceso de instalación de su precandidatura en la enorme y estratégica Buenos Aires. La apuesta de Larreta de desembarcar y colonizar este territorio no logró la contundencia política que se esperaba el año pasado, debido al apretado triunfo de su candidato a diputado nacional, Diego Santilli, sobre el peronismo.

En verdad, Rodríguez Larreta había apostado doble: sacar a María Eugenia Vidal de la Provincia, donde había ejercido el liderazgo partidario desde 2015, para llevarla a la capital federal como su representante en las últimas legislativas. Y mudar al “Colorado”, su vicejefe, del otro lado de la General Paz. Vidal y Santilli terminaron ganando, pero no con el margen anhelado por el alcalde porteño. Esa es una de las razones por la que los duros del PRO se le animan ahora a Larreta.

recorrida

Así, Bullrich ha comenzado la recorrida por distritos bonaerenses, incluso los gobernados por el PRO. Olavarría, Necochea, Tandil figuran en lo inmediato, en una agenda que cubrirá las ocho secciones electorales. “La Piba”, como en su momento le puso su archienemigo Hugo Moyano, sale a reclutar voluntades. Su principal operador es el diputado nacional por la Provincia, Gerardo Millman.

Sabe Millman que, a priori, una amplia mayoría de la dirigencia amarilla ve a Larreta como el presidenciable con más chances. Pero muestra números en los que Bullrich mide más o menos bien y jura que el plan de su jefa no es transitorio. “Ofrece una alternativa dentro del propio PRO”, grafica una fuente del espacio. Y agrega: “Además, del otro lado está todo lleno; Patricia puede ofrecer lugares que Horacio ya no tiene por los compromisos que contrajo”.

Contención

Esa lógica de “incluir a todos” en estas dos corrientes internas también perseguiría la estrategia de contener a cuadros, dirigentes y demás actores para que no migren al mundo libertario. Allí, y aún cuando los sondeos que se conocen hoy son muy relativos, Javier Milei aparece bien posicionado de cara al 2023, con un caudal de votos posibles bastante respetable. De hecho, hay un trabajo de seducción bastante subterráneo sobre el diputado de los pelos al vientos para convencerlo de unir fuerzas con Juntos en la próxima presidencial, bajo el objetivo central de desalojar al peronismo de la Casa Rosada.

Conviene volver a cómo se definió la interna por la conducción del PRO bonaerense, un partido que se conforma también con los afiliados de Unión por Todos, la agrupación original de Bullrich, y Recrear, que había sido fundado por Ricardo López Murphy. Las tres fuerzas se fusionaron.

El acuerdo se cerró sobre la hora en que debían presentarse las listas y, en verdad, la discusión se puso dura. Dicen que cierta flojedad de papeles de la gente de Macri -el de Vicente López- a la hora de certificar afiliaciones, avales y demás tecnicismos, envalentonó a los bullrichistas para amenazar con convocar a escribanos para labrar esas incómodas actas que después pueden ser usadas por la Justicia para objetar el proceso.

Millman y el senador provincial que responde a Patricia, el platense Juan Pablo Allan, fueron los que auscultaron esos detalles y amenazaron con presentar lista propia hasta el final. La unidad alcanzada sobre el cierre impidió, pues, que arda Troya.

Macri retuvo la conducción del partido, aún cuando está de licencia en el municipio porque asumió como ministro porteño. Bullrich aceptó no enfrentarlo y coló un vicepresidente, el alcalde de Capitán Sarmiento Javier Iguacel, y la siempre codiciada secretaría general, donde recaerá el mencionado Allan. Los intendentes mecharon a la vicepresidenta Daniela Reich, que es senadora y además la esposa del jefe comunal de Tres de Febrero, Diego Valenzuela. La Asamblea partidaria, en tanto, será presidida por Néstor Grindetti, de Lanús.

Imposible conformar a todos y por eso hubo heridos. Hombres de peso en el macrismo y con aspiraciones a la gobernación, como Santilli o Cristian Ritondo, se conformaron con vocalías rumiando cierta. Los bullrichistas lograron además tres lugares claves, aunque con poco cartel para el gran público: tendrán uno de los apoderados del partido y dos de cinco lugares en la estratégica Junta Electoral.

 

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