Todos somos Ucrania

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Es posible que los invasores por la superioridad en la cantidad de soldados y armas puedan cumplir su objetivo en Kiev. Putin lanzó en las últimas horas todo el poderío militar posible para intentar terminar con Ucrania. Ya ha dicho que no es una nación. Porque el fondo de la cuestión para el jefe del Kremlin no es el gobierno que libremente eligieron los ucranianos sino que pretendan ser un país independiente.

Se siente como un Zar y sus palabras lo desnudan y todo está claro. Tomar Kiev es solo un episodio en la recuperación del territorio de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y su esfera de influencia. Eso es tan natural que ya dictó lo que pueden hacer con Finlandia y Suecia.

Nada le basta y sin ninguna necesidad sostuvo, como si estuviera en discusión, que Rusia es una potencia nuclear y después declaró un ALERTA NUCLEAR como si la invadida Ucrania fuera una potencia amenazante o como que la más que tardía reacción de las democracias europeas y Estados Unidos pudiera interpretarse como el prólogo de actos bélicos para repeler la invasión, cuando en realidad los gobiernos parecían preferir dejar librada a su suerte a Ucrania.

La reacción fue de la gente, aún en Rusia donde ya hay más de seis mil detenidos por las protestas callejeras en rechazo de la pretensión de tomar el vecino país. También en muchas otras naciones hubo manifestaciones porque de alguna manera predominó el sentimiento de que “Todos somos Ucrania”.

 

 

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