Reclamo vecinal en Gorina por una serie de atracos
Edición Impresa | 13 de Marzo de 2022 | 03:59

La inseguridad que afecta a toda la Zona Norte platense parece haber menguado en algunos sectores. En City Bell, donde una ola de robos azotó tanto el Centro comercial como las viviendas particulares; o en Villa Elisa, plagada de escruches, la situación se modificó para bien en las últimas semanas.
Sin embargo, hay otras áreas en las que el delito sigue firme o se instaló en forma reciente.
Tal es el caso del barrio La Fábrica de Joaquín Gorina, que se extiende entre las calles 481 a 486 y 136 a 138, bordeando las antiguas instalaciones - en ruinas - de la textil Atex y del laboratorio medicinal Estrona, ambos emprendimientos desactivados a mediados de los 70.
Era también el lugar de residencia de Manuel Valdez, conocido en el mundo del fútbol como “el brujo Manuel”, quien murió en mayo del año pasado.
Su mención no es aleatoria: muchos frentistas aseguran que “ya sea por su ayuda o control”, la vecindad había “mejorado mucho” en términos de seguridad.
“NOS ROBAN LOS MISMOS VECINOS”
En la zona descrita comenzaron a instalarse asentamientos entre finales de los 90’ y principios del nuevo milenio. “En ese momento era un lugar bastante peligroso”, contó un lugareño.
En la actualidad, el conglomerado urbano está compuesto por unas 200 familias que viven en casas de todo tipo. Según destacaron los mismos vecinos, viven “en perfecta armonía”, paraguayos, bolivianos, peruanos y argentinos (entre este último grupo la mayoría son jujeños, chaqueños, misioneros y de esta región). Muchos jefes de familia son albañiles. “Acá no hay desempleados; todo el mundo trabaja. Y nos respetamos mucho. Cualquiera puede dejar la moto en la puerta de su casa que nadie la toca”, le contaban a EL DIA hace unos cuatro años.
Hoy, refrendan los mismos moradores, la realidad es otra.
“Son lo mismos pibes del barrio los que le roban a sus propios vecinos”, comentó una joven que sufrió esa inseguridad en carne propia.
Conforme indicó, “fueron dos hechos casi seguidos, unos días antes de las fiestas”. Ambos asaltos la encontraron “cuando yo llegaba del trabajo, bajaba del micro y me atacaron dos hombres en una moto”.
En cada caso el sustrajeron todas sus pertenencias. Quien también fue damnificada por esta reciente ráfaga de atracos, es una mujer muy conocida en el barrio.
“Se llama Leonor y le dicen ‘La Doña’. A ella, hace unos tres meses, le robó un pibe de la zona”, detalló la fuente, quien aseguró que no sólo en la calle suceden los episodios delictivos.
Por ejemplo, comenzaron a verse los escruches en casas particulares. “Se llevan bicis o lo encuentran en los patios o galpones”, explicó.
Asimismo, indicó que “en estos días robaron en el jardín, en la Escuela Primaria Nº 92 (emplazada en 485 y diagonal 6), y en algunos negocios”. No muy lejos de allí, sobre 501 y 140, funciona la Unidad 12 del Servicio Penitenciario.
La joven sostuvo además que “llamamos al 911 y no hacen nada. Vienen, ven y se van”. Por ese motivo, añadió, “voy armar un grupo de WhatsApp para que estemos conectados. Entre los vecinos nos podemos ayudar”.
Con todo, otra frentista apuntó que “no estaban robando tanto. Hay que detectar de dónde viene todo esto”. Aunque aclaró que “hay que organizarse y comunicarnos entre nosotros”.
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