Luz Cipriota: “Desde el momento que decido traer un hijo al mundo, tengo esperanzas”

Mientras trabaja en España tras protagonizar la serie de Luismi y ser dirigida por Woody Allen, la actriz estrenó la semana pasada “Axiomas”, una película que pone en escena el conflicto con la minería. Y aunque se muestra descreída de la política, afirma que deposita su fe en las nuevas generaciones

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De Argentina viajó a Italia, luego a España, donde protagonizó “Las chicas del cable”, partió luego a México para trabajar en la última temporada de la serie de Luis Miguel y encarnar a Eva Perón en “Rubirosa”: Luz Cipriota ha desarrollado, por aventurera, una carrera internacional que la llevó a trabajar con Woody Allen y que la tiene ahora viviendo en España con su hijo recién nacido, mientras trabaja en un nuevo proyecto de la pujante industria de ese país.

Y en medio de ese trajín se hizo tiempo para viajar al Sur de nuestro país para protagonizar “Axiomas, la verdad escrita en el agua”, ópera prima de Marcela Luchetta que se estrenó el jueves en algunas salas del país y que llegará en las próximas semanas al Espacio INCAA de nuestra ciudad.

Fue el interés en el tema que proponía el guión y la contagiosa pasión de la directora las razones que la llevaron a filmar a Neuquén para contar la historia de una ONG ambientalista que se enfrenta a una empresa minera. Su personaje, Isabela, trabaja en la ONG que busca exponer la contaminación que la actividad minera causa; su padre, encarnado por Jorge Marrale, es el gobernador Ribero, y defiende la mina y sus puestos de trabajo con métodos menos que ideales. Así, se mezcla el pasado de rencores familiares con una lucha sin solución a la vista.

“No estaba muy interiorizada en el tema de la actividad minera”, reconoce Cipriota, en diálogo con EL DIA; Luchetta, de largo tiempo trabajando con las comunidades en la Patagonia, cuenta la actriz, “me contaba lo que ocurría y me fascinaba”. Sobre todo, le interesaba dar luz a esas historias no tan conocidas, “historias con poca visibilidad: uno está acostumbrado a contar historias de gente que vive en la capital, nunca salimos de ahí. Y estas también son nuestras historias, nuestras problemáticas. Es importante hacerlas visibles en el mundo, y también dar trabajo para una industria tan golpeada por la pandemia”.

Filmada en Neuquén, dentro de las comunidades de la zona y con la colaboración de gente de la comunidad, “Axiomas” se convirtió así en “una experiencia que no me quería perder: yo había vivido la experiencia de filmar en México, en Italia, y ¿por qué no había ido a otros lugares de Argentina, a filmar mis historias?”, se pregunta Cipriota, parte del elenco de “Casi ángeles” en sus inicios.

Neuquén, sigue, “es un personaje más en la película”, y para apreciarlo, agrega, es mejor la pantalla grande, una costumbre que después de la pandemia parece perderse: “Parece que al cine le va a costar sobrevivir, el mundo se acostumbró a mirar en casa”, opina.

La película se estrena además en medio de otro debate: desde que se rodó hasta hoy, la cuestión de la megaminería y el equilibrio entre la producción y el ecosistema se han convertido en temas de agenda cada vez más importante, con un reciente pico de discusión ante el anuncio de la explotación de las costas de Mar del Plata.

“Es bastante loco. La película se filmó bastante antes de la pandemia, y obviamente, esta problemática ya se discutía entonces, pero ahora está exacerbada la discusión. Entonces, el estreno vino como anillo al dedo: está todo a flor de piel”, afirma la actriz de “El maestro”.

“Me gusta cuando uno hace cine o series, además de entretener, dejar pensando al espectador, presentarle una realidad que es ajena. Ese es un valor agregado”.

LAS NUEVAS GENERACIONES

Para Cipriota, la película puede servir para poner en alerta a la población y profundizar el debate. “Cae de maduro que si no hacemos nada por cuidar la naturaleza, vamos mal. Es algo que ya notamos en la calidad de vida del día a día”, dice, a modo de opinión personal: “Axiomas” propone en realidad más preguntas que respuestas, algo con lo que la actriz comulga: “Yo soy más de observar el panorama para poder posicionarme. Mi personaje va con una idea fija, sin mirar a los costados”, cuenta de Isabela.

Cipriota trabajó a Isabela codo a codo con la directora, que es psicóloga, por lo que, dice, “fue muy lindo trabajar la lucha interna del personaje con ella”. Activista tozuda que defiende sus axiomas incluso cuando la llevan a complicar más el asunto, Isabela manifiesta el enojo interno físicamente, hasta con un asma, y los seres humanos somos un poco así, terminamos somatizando enojos internos…”

Pero Luz dice que ella no es así, “soy más de explorar el terreno, no me tiro nunca a una pileta sin agua. Soy apasionada, como el personaje, pero me permito observar un poco más. Quizás por eso me cuesta la política, siento que nunca tengo la información necesaria para ponerme la bandera de alguien. Más aún con la información falsa que circula”.

Pero a pesar de reconocerse descreída, para la actriz hay esperanza en las nuevas generaciones: “Tengo esperanzas. Desde el momento que decido traer un hijo al mundo, tengo esperanzas”, confiesa. “Me doy cuenta que las generaciones cambian, hay cosas que otras generaciones normalizaban, pero los jóvenes lo ven como algo aberrante. Y que ciertas cosas no tengan más lugar me parece valioso”.

“Yo me siento en el medio, tengo cosas aprendidas de la generación anterior, y otras las quiero aprender de la generación que vino después de mi”, sigue la intérprete. “Veo a los adolescentes de hoy, y en algunos puntos pienso ‘son chicos, ya se van a dar cuenta que no es tan así’, pero en otros puntos pienso ‘qué clara que la tienen’”.

“ME CUESTA CREER”

Todo esto “lo veo muy claro con el feminismo”, dice. “Siento que ninguna marcha es en vano, que cada pasito es algo ganado, que va a hacer que las generaciones futuras puedan gozar de beneficios que nosotros no. Pero bueno, en contraposición les dejamos mucha mierda en muchas otras cuestiones”.

“Me cuesta creer. Quizás estoy un poco descreída de la política”, sigue, al respecto, la actriz. “Y no solo de la Argentina: me he dado cuenta que es a nivel mundial”, agrega. Cipriota ha actuado en Brasil, México, Colombia, Italia, España y Argentina, ha recorrido el mundo, y entiende que “la política tiene en todo el mundo sus partes oscuras que me cuesta aceptar”. No fue la situación política, económica y social lo que la llevó, de hecho, a emigrar. “Tenía mucho trabajo en Argentina, pero decido venir acá (a España) porque soy curiosa, me interesa investigar otros registros, otras producciones”, relata. “Cuando empecé a escuchar que las series españolas son un boom mundial, pensé en venir a España a ver qué se estaba haciendo. Y me terminé quedando, pero no lo había decidido previamente. Me fui un mes, volví, me fui cinco meses, volví, hasta que me terminé quedando”.

Cipriota afirma sin embargo que hoy sí ve una crisis en el rubro en Argentina. “Cuando me vine para España, no era la Argentina que es hoy, parecía que Netflix se iba a instalar en el país, producía sus propias series… pero con la pandemia todo eso se echó para atrás. Hoy sí veo que muchos actores vienen porque no tienen trabajo ni espacio en Argentina”.

Trabajar allá no es tan diferente, dice: “A nivel talento no tenemos nada que envidiarle a las producciones internacionales. De hecho, creo que tenemos el talento de poder hacer cosas de muchísima calidad con tres veces menos presupuesto que en otros países. Estamos entrenados para resolver con lo que hay, y en algún punto eso es fantástico, lo veo en otros países: los argentinos resolvemos con lo que hay, acá se paralizan. Pero lamentablemente, los argentinos no tenemos los presupuestos…”

Pero, claro, “sí se extrañan la familia, mis amigos. Es duro. La pandemia hizo que eso se intensificara, no podía tomar un avión y volver si lo necesitaba. Y con un bebé de tres mes es más difícil ir y venir”.

De Argentina viajó a Italia, luego a España, donde protagonizó “Las chicas del cable”, partió luego a México para trabajar en la última temporada de la serie de Luis Miguel y encarnar a Eva Perón en “Rubirosa”: Luz Cipriota ha desarrollado, por aventurera, una carrera internacional que la llevó a trabajar con Woody Allen y que la tiene ahora viviendo en España con su hijo recién nacido, mientras trabaja en un nuevo proyecto de la pujante industria de ese país.

Y en medio de ese trajín se hizo tiempo para viajar al Sur de nuestro país para protagonizar “Axiomas, la verdad escrita en el agua”, ópera prima de Marcela Luchetta que se estrenó el jueves en algunas salas del país y que llegará en las próximas semanas al Espacio INCAA de nuestra ciudad.

Fue el interés en el tema que proponía el guión y la contagiosa pasión de la directora las razones que la llevaron a filmar a Neuquén para contar la historia de una ONG ambientalista que se enfrenta a una empresa minera. Su personaje, Isabela, trabaja en la ONG que busca exponer la contaminación que la actividad minera causa; su padre, encarnado por Jorge Marrale, es el gobernador Ribero, y defiende la mina y sus puestos de trabajo con métodos menos que ideales. Así, se mezcla el pasado de rencores familiares con una lucha sin solución a la vista.

“No estaba muy interiorizada en el tema de la actividad minera”, reconoce Cipriota, en diálogo con EL DIA; Luchetta, de largo tiempo trabajando con las comunidades en la Patagonia, cuenta la actriz, “me contaba lo que ocurría y me fascinaba”. Sobre todo, le interesaba dar luz a esas historias no tan conocidas, “historias con poca visibilidad: uno está acostumbrado a contar historias de gente que vive en la capital, nunca salimos de ahí. Y estas también son nuestras historias, nuestras problemáticas. Es importante hacerlas visibles en el mundo, y también dar trabajo para una industria tan golpeada por la pandemia”.

Filmada en Neuquén, dentro de las comunidades de la zona y con la colaboración de gente de la comunidad, “Axiomas” se convirtió así en “una experiencia que no me quería perder: yo había vivido la experiencia de filmar en México, en Italia, y ¿por qué no había ido a otros lugares de Argentina, a filmar mis historias?”, se pregunta Cipriota, parte del elenco de “Casi ángeles” en sus inicios.

Neuquén, sigue, “es un personaje más en la película”, y para apreciarlo, agrega, es mejor la pantalla grande, una costumbre que después de la pandemia parece perderse: “Parece que al cine le va a costar sobrevivir, el mundo se acostumbró a mirar en casa”, opina.

La película se estrena además en medio de otro debate: desde que se rodó hasta hoy, la cuestión de la megaminería y el equilibrio entre la producción y el ecosistema se han convertido en temas de agenda cada vez más importante, con un reciente pico de discusión ante el anuncio de la explotación de las costas de Mar del Plata.

“Me gusta cuando uno hace cine o series, además de entretener, dejar pensando al espectador, presentarle una realidad que es ajena. Ese es un valor agregado”

 

“Es bastante loco. La película se filmó bastante antes de la pandemia, y obviamente, esta problemática ya se discutía entonces, pero ahora está exacerbada la discusión. Entonces, el estreno vino como anillo al dedo: está todo a flor de piel”, afirma la actriz de “El maestro”.

“Me gusta cuando uno hace cine o series, además de entretener, dejar pensando al espectador, presentarle una realidad que es ajena. Ese es un valor agregado”.

LAS NUEVAS GENERACIONES

Para Cipriota, la película puede servir para poner en alerta a la población y profundizar el debate. “Cae de maduro que si no hacemos nada por cuidar la naturaleza, vamos mal. Es algo que ya notamos en la calidad de vida del día a día”, dice, a modo de opinión personal: “Axiomas” propone en realidad más preguntas que respuestas, algo con lo que la actriz comulga: “Yo soy más de observar el panorama para poder posicionarme. Mi personaje va con una idea fija, sin mirar a los costados”, cuenta de Isabela. “Yo soy más de explorar el terreno, no me tiro nunca a una pileta sin agua. Soy apasionada, como el personaje, pero me permito observar un poco más. Quizás por eso me cuesta la política, siento que nunca tengo la información necesaria para ponerme la bandera de alguien. Más aún con la información falsa que circula”.

Pero a pesar de reconocerse descreída, para la actriz hay esperanza en las nuevas generaciones: “Tengo esperanzas. Desde el momento que decido traer un hijo al mundo, tengo esperanzas”, confiesa. “Me doy cuenta que las generaciones cambian, hay cosas que otras generaciones normalizaban, pero los jóvenes lo ven como algo aberrante. Y que ciertas cosas no tengan más lugar me parece valioso”.

“Yo me siento en el medio, tengo cosas aprendidas de la generación anterior, y otras las quiero aprender de la generación que vino después de mi”, sigue la intérprete. “Veo a los adolescentes de hoy, y en algunos puntos pienso ‘son chicos, ya se van a dar cuenta que no es tan así’, pero en otros puntos pienso ‘qué clara que la tienen’”.

“ME CUESTA CREER”

Todo esto “lo veo muy claro con el feminismo”, dice. “Siento que ninguna marcha es en vano, que cada pasito es algo ganado, que va a hacer que las generaciones futuras puedan gozar de beneficios que nosotros no. Pero bueno, en contraposición les dejamos mucha mierda en muchas otras cuestiones”.

“Me cuesta creer. Quizás estoy un poco descreída de la política”, sigue, al respecto, la actriz. “Y no solo de la Argentina: me he dado cuenta que es a nivel mundial”, agrega. Cipriota ha actuado en Brasil, México, Colombia, Italia, España y Argentina, ha recorrido el mundo, y entiende que “la política tiene en todo el mundo sus partes oscuras que me cuesta aceptar”. No fue la situación política, económica y social lo que la llevó, de hecho, a emigrar. “Tenía mucho trabajo en Argentina, pero decido venir acá (a España) porque soy curiosa, me interesa investigar otros registros, otras producciones”, relata. “Cuando empecé a escuchar que las series españolas son un boom mundial, pensé en venir a España a ver qué se estaba haciendo. Y me terminé quedando, pero no lo había decidido previamente. Me fui un mes, volví, me fui cinco meses, volví, hasta que me terminé quedando”.

Cipriota afirma sin embargo que hoy sí ve una crisis en el rubro en Argentina. “Cuando me vine para España, no era la Argentina que es hoy, parecía que Netflix se iba a instalar en el país, producía sus propias series… pero con la pandemia todo eso se echó para atrás. Hoy sí veo que muchos actores vienen porque no tienen trabajo ni espacio en Argentina”.

 

 

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