VIDEO. Con cuchillo, tapabocas y guantes, patachorros atacaron en Villa Elisa
Edición Impresa | 4 de Marzo de 2022 | 05:46

“Sin respiro”. Así se sienten los vecinos de la Zona Norte platense ante los sucesivos embates de los delincuentes, que tomaron a ese sector de la Ciudad como coto de caza. En lo que va del año, son incontables los episodios de inseguridad que padecieron quienes viven entre Tolosa y Villa Elisa, bajo modalidades que van desde el arrebato callejero hasta las violentas entraderas.
Tampoco faltan los robacables, una acción delictiva que se volvió muy común hace por lo menos uno año y que afecta a toda la Región.
Hace poco más de una semana, en 424 entre 15 y 16 (barrio La Fortaleza), una familia atravesó una pesadilla a manos de una banda de cinco ladrones que los asaltaron en tres propiedades emplazadas en un mismo terreno.
En esa oportunidad, como reflejó este medio, la pandilla llevaba colocado chalecos antibala y durante media hora, robaron y desplegaron acciones salvajes contra sus víctimas. Inclusive, lastimaron en la cabeza a una mujer de 56 años de un culatazo y hasta realizaron tres disparos a un adolescente que consiguió escapar, por los que, de milagro, nadie resultó herido. Además, ataron a los propietarios y finalmente huyeron con más de 15.000 pesos y de muchos objetos de valor.
A LAS PATADAS
Lo sucedido en las últimas horas en 49 entre 11 y 12, también de Villa Elisa, no fue tan extremo pero no por eso menos aterrador para los damnificados.
En ese lugar, dos ladrones con tapabocas, guantes de albañil y armados con al menos un cuchillo, rompieron a patadas la puerta principal de un inmueble para poder ingresar. “Por suerte, la chica que vive ahí, una estudiante, no estaba cuando entraron. ¿Qué pasaba si se la encontraban adentro?”, se preguntó un frentista.
El hecho tuvo lugar a plena luz del día. Uno de los intrusos se acercó primero a otear la finca y poco después apareció su cómplice.
Después de tomarse unos segundos para pensar en los pasos a seguir, ambos malvivientes se pararon frente a la puerta y comenzaron a pegarle patadas hasta lograr derribarla.
Una vez dentro de la propiedad, se dividieron para revisar las habitaciones con más rapidez. No permanecieron mucho tiempo, el suficiente para hacerse con una computadora que le pertenece a una joven estudiante, que en ese momento no se encontraba en el lugar.
“Los vecinos solicitaron una reunión con el comisario y el mismo se presentó con un funcionario del ministerio de justicia. La respuesta paliativa que presentaron los mismos fue la creación de un grupo de WhatsApp en la que cualquier movimiento extraño es reportado”, contó un vecino.
Y cerró: “Esta solución no esta a la altura de las circunstancias y los hechos lo demuestran ya que noche tras noche todas las obras en la zona son violentadas haciendo dudar a los nuevos integrantes del barrio si la elección del lugar en el que desarrollaran su vida es correcta”.
Por la inseguridad que azota al barrio, convocaron a una reunión de urgencia con el comisario
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE