Efemérides

Edición Impresa

23 de abril de 1616

Fallecimiento de Miguel de Cervantes Saavedra: autor de “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”; “Rinconete y Cortadillo”; “Los trabajos de Persiles y Segismunda”, entre otros, fue un verdadero genio del idioma. De hecho, se instituye en su honor el Día del Idioma. Es ampliamente considerado una de las máximas figuras de la literatura española. El Quijote lo llevó a ser mundialmente conocido y muchos críticos la han descripto como la primera novela moderna, así como una de las mejores obras de la literatura universal, cuya cantidad de ediciones y traducciones solo es superada por la Biblia. A Cervantes se le ha dado el apodo de «Príncipe de los Ingenios». Desde el siglo XVIII está admitido que el lugar de nacimiento de Miguel de Cervantes fue Alcalá de Henares, dado que allí fue bautizado, según su acta bautismal, y que de allí aclaró ser natural en la llamada Información de Argel (1580). El día exacto de su nacimiento es menos seguro, aunque lo normal es que naciera el 29 de septiembre, fecha en que se celebra la fiesta del arcángel San Miguel, dada la tradición de recibir el nombre del santoral del día del nacimiento.

23 de abril de 2004

Un casamiento gauchesco en pleno corazón de Tolosa: tan inusual como divertido fue el casamiento de Marta y Alberto. La pareja contrajo matrimonio en el Registro Civil de Tolosa, después de 40 años de convivencia, dos hijos y dos nietos. Ella tenía por entonces 61 años y él 74, y protagonizaron una verdadera boda gauchesca. Llegaron a la delegación de 8 y 522 en un sulqui, dieron el tradicional “sí” vestidos de paisanos y después de la ceremonia bailaron una chacarera en medio de la calle, acompañados por la voz y la guitarra de una vecina y los aplausos de familiares, amigos, y hasta de la gente del barrio que salió de sus casas para presenciar el inusual espectáculo, con una docena de caballos incluidos. Marta Fiora y Alberto “Pocholo” Lofeudo habían formaron pareja cuatro décadas antes y no se les había ocurrido casarse; tuvieron dos hijos varones quienes a su vez les dieron dos nietos. Pero después de tantos años de convivencia, decidieron formalizar la relación. Y en vez de elegir la clásica vestimenta urbana para la ocasión prefirieron rendir un homenaje a la vida rural. Ella optó por un atuendo floreado y con volados, típico de las paisanas, y él por un traje de gaucho. “Pocholo” no fue el único, porque el testigo del casamiento, uno de los nietos y numerosos amigos del matrimonio lo siguieron en esa costumbre propia de la gente de campo.

 

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