Sube la tensión entre el gobierno porteño y la Rosada por los piquetes
Edición Impresa | 6 de Abril de 2022 | 03:49

“Hay que sacarles los planes sociales a quienes corten las calles y no cumplan la ley”, propuso ayer el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, decidido a evitar otro acampe piquetero como el que la semana pasada interrumpió por 48 horas el normal tránsito en la avenida 9 de Julio, pleno centro de la capital federal. Pero esa advertencia chocó con la dura réplica del dirigente Eduardo Belliboni, que desafió con movilizar a 50 mil personas más si mañana no hay una “respuesta positiva” por parte de la Casa Rosada en la reunión que las organizaciones sociales mantendrán con el ministro de Desarrollo, Juan Zabaleta, quien en la previa buscó el equilibro: “El lunes dije que había que dejar de apretar a los argentinos y lo vuelvo a decir: no hay que cortar las calles”, sentenció, pero después aclaró: “Tampoco el camino es amenazar con sacar una asistencia a quien lo necesita”.
Con ese clima de tensión llegan los movimientos sociales y el Gobierno al encuentro pautado para mañana a las 15 en la sede del ministerio de Desarrollo Social. La idea es destrabar el conflicto con las organizaciones que integran la Unidad Piquetera, que no forma parte del Frente de Todos y que encabeza Belliboni. Ni en la Rosada ni en el Gobierno porteño -Larreta lo dejó claro- quieren otra postal como la de la semana pasada. Mientras, la dirigencia piquetera amenaza con una masiva movilización, no por dos sino por tres días, en caso de que sus demandas no sean atendidas. El reclamo es por mayor asistencia social.
Pero esa asistencia y, sobre todo, la forma en la se la pide fue criticada ayer en muy duros términos por la oposición. Uno de los más enfáticos en ese sentido fue el alcalde porteño: “Lo que pasó fue una extorsión, me da muchísima bronca, usan a la gente. ¿A alguien se le ocurre que la gente viene en forma espontánea? Los traen extorsionados de que si no vienen les sacan el plan”, apuntó Larreta, que también cuestionó: “Lo peor es que usan a los chicos, los ponen como escudos, a las mujeres, para que no los desalojen. Son unos cobardes en usar a los chicos para eso, tendrían que estar en la escuela, no acampando”.
Acto seguido, el jefe del Ejecutivo capitalino instó a la gestión de Alberto Fernández a quitar la asistencia a quienes cortan calles: “Hagan cumplir la ley, saquen los planes y van a ver que no vienen más”, reclamó el referente opositor que, incluso, solicitó que durante el próximo reclamo masivo el Gobierno corte los ingresos a la ciudad de Buenos para así evitar la llegada de manifestantes: “Nosotros vamos a tener una actitud muy firme”, avisó.
Como parte de sus críticas a los planes sociales, Larreta aseveró que “atentan contra el laburo” y expuso las dificultades de empresarios gastronómicos para conseguir empleados “porque la gente les dice que si toman el trabajo pierden el plan”.
También la líder del PRO, Patricia Bullrich, pidió desde Nueva York (donde está de gira) “sacar” los planes sociales “que sólo han traído pobreza y no van más” para que la gente “pueda volver a pensar que su salida es el empleo, el trabajo, el estudio y no un plan”.
Con los tapones de punta salió el titular de la UCR, Gerardo Morales, que reclamó “terminar con los cortes y las extorsiones porque una gran mayoría de los dirigentes de las organizaciones sociales son unos delincuentes que le sacan la plata a la gente” y disparó: “Quienes toman asistencia a las marchas deben estar presos”.
En el Gobierno, se dijo, consideran “inviable” la quita de la asistencia como sanción a quienes interrumpan el tránsito. Ni cortar las calles ni amenazar con sacar los planes a quienes lo necesitan es el camino, puntualizó ayer el ministro de Desarrollo Social que la semana pasada había lanzado una dura advertencia contra las más de 60.000 personas -entre ellas, varias madres con niños- que acampaban en la 9 de Julio: “Basta de apretar a los argentinos de esta forma, hay que buscar otra modalidad de protesta”, dijo entonces.
Ayer, Zabaleta aseguró que en el Ejecutivo nacional están “reorientando la inversión social hacia la producción y el trabajo, vinculando planes con empleo registrado”. Y sobre el encuentro que mañana mantendrá con las organizaciones que integran Unidad Piquetera, adelantó que el objetivo es “avanzar en este camino, que ya estamos transitando con otras organizaciones sociales, iglesias, municipios y gobernaciones”.
A la espera de esa reunión, la expectativa crece tanto en la sede del gobierno porteño como en la del Ejecutivo nacional, que busca impedir un escenario de mayor conflictividad social como el que deslizó Belliboni en las últimas horas: “Si no hay respuesta positiva vamos a seguir con las medidas de fuerza votadas, le guste a quien le guste”, dijo el líder piquetero, y desafió: “¿Van a reprimir con la policía a 50.000 personas que acampan de manera pacífica y que piden trabajo?”.
¿Eso significa que podría haber nuevos cortes o acampes en el centro porteño? “Vamos a esperar la reunión con Zabaleta antes de hacer un nuevo anuncio”, aseguró Belliboni ante una consulta de la prensa, pero insistió: “Si no hay respuestas mínimas, vamos a seguir con todas las medidas votadas”.
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