Boca mostró su mejor versión en el momento de definiciones importantes

El Xeneize mostró sus credenciales, con una buena actuación colectiva e individualidades que estuvieron encendidas

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Boca hizo lo suyo y se metió en las semifinales de la Copa de la Liga Profesional, instancia en la que se medirá el próximo sábado contra Racing. Anoche, en el mejor partido del ciclo Battaglia superó de principio a fin a Defensa y Justicia, rival al que derrotó 2-0 por los goles de Sebastián Villa y Juan Ramírez, uno en cada tiempo.

Resultó un bálsamo para el técnico encontrar el buen funcionamiento del equipo, justo cuando el torneo entró en etapa de definiciones y lo mismo sucede con la Copa Libertadores. El Xeneize apareció en su esplendor para decir “acá estoy yo”. Por eso la Bombonera deliró como hacía rato no sucedía.

En el primer tiempo el dominio de Boca sobre Defensa fue total. No sólo que le robó la pelota (61 a 39 por ciento la tenencia) sino que lo ahogó en su propio campo. Los Xeneize contaron con varias situaciones de gol ante un rival que prácticamente no pudo pasar la mitad de la cancha.

Las subidas de Sebastián Villa en tándem con Frank Fabra fueron un dolor de cabeza para el Halcón, que no supo ni quiso jugar como lo hizo durante todo el torneo: se refugió en su campo y buscó aguantar, seguramente porque su reserva física no es la mejor.

Desde el vamos Boca siguió lastimando, por las bandas y en cada pelota parada. Mereció el segundo gol antes que el primero.

Diez minutos antes del gol de Villa se produjo una jugada polémica: un desborde del colombiano, centro atrás para que Pol Fernández decretara el 1-0 que en primera instancia Andrés Merlos convalidó pero luego de ser advertido por la oficina en Ezeiza, la revisó en el VAR y anuló por un “manotazo” del jugador de Boca sobre Nicolás Tripicchio. Revisar es una manera de decir, porque justo en ese momento la imagen de la TV de los árbitros tuvo varias intermitencias y el árbitro decidió darle apoyo a los que estaban en su lugar de trabajo.

De la misma manera, a los 41 minutos, el propio Sebastián Villa hizo la misma jugada por la banda izquierda del ataque, dejó al mismo jugador en el camino y en lugar de buscar el pase le apuntó fuerte y al palo del arquero, que falló y dejó que Boca se pusiera 1-0 antes del descanso. Absolutamente merecido para los de Sebastián Battaglia.

En el segundo tiempo Boca siguió jugando con la misma intensidad y continuidad. Fue allí cuando creció la figura de Alan Varela, que se hizo dueño del balón en la mitad de cancha y desde allí les dio juego a Villa por la izquierda y al Toto Salvio, que por la derecha empezó a ser un verdadero problema para la defensa de Defensa y Justicia, que llamativamente no pudo plasmar en cancha el juego que tanto lo caracteriza.

Recién pasados los 24 minutos la visita pudo sacar la cabeza de abajo del agua y empezó a mostrar algunas de sus credenciales, con Kevin Gutiérrez y Gabriel Hachen, que desnudaron los problemas de Boca en el retroceso. Y, como suele pasar en el fútbol, siempre que los partidos no se definen empiezan a convertirse en un problema. Eso mismo le sucedió a Boca, que no mereció de ninguna manera sufrir. Los cambios implementados por Sebastián Beccacece le hicieron bien a su equipo.

Pero en la primera jugada que logró aportar un pase gol el paraguayo Oscar Romero llegó el gol del ingresado Juan Ramírez, el primer volante en anotar un tanto en este torneo. Asistencia desde la mitad de la cancha a espaldas de Alanis para el 2-0 que definitivamente cerró el partido.

Los 10 minutos finales estuvieron de más. El Halcón nunca más pudo estar en partido, Battaglia movió el banco para darles descanso a algunos jugadores y los hinchas lo disfrutaron como en las mejores épocas. Volvió Boca y es noticia.

 

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