En La Loma, advierten por el riesgo de las cámaras subterráneas sin tapas

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Vecinos de un enclave del barrio La Loma se sorprendieron anteayer, desde primera hora de la mañana al caminar por las inmediaciones de 41 y 28 y las calles aledañas: varias cámaras subterráneas, de los tendidos de clocas o cableados, estaban a la vista, indicando el peligro que representa una caída al vacío hasta los dos o tres metros de profundidad que tienen los pozos con pisos y paredes de hormigón, en casos, llenos de desechos contamientes, tan peligrosos como una caída.

“Esto ocurrió en la madrugada. Robaron las tapas de las cámaras de 41 y 30, 41 y 29, 41 y 28. También las de 42 y 29 y 42 y 30”, detalló Cristina, una vecina de la zona.

Según calculan en el barrio, las que están sobre la calle 41, corresponderían al tendido cloacal. “Es impactante ver la profundidad que tienen los pozos. Son un peligro para todas las personas que caminamos por ahí”, indicó la vecina y apuntó luego que las tapas faltante sobre la calle 42 muestran instalaciones de menor profundidad y llevarían cables de telefonía.

Ante el cuadro, desde el vecindario salieron a pedir una respuesta urgente “para evitar accidentes en una zona donde también tenemos escuelas y andan muchos chicos durante todo el día”, advirtió la vecina.

robos

En los cálculos que se hacían en el vecindario, el faltante de las tapas detectado en estas horas sería un capítulo más de la extensa saga de robo de metales en la vía pública que se viene registrando con intensidad en los últimos años.

El fenómeno afecta a tendidos de servicios públicos y viviendas particulares. En el primer caso, especialmente en localidades de la perifería, genera cortes de luz y comunicaciones telefónicas.

En tanto, en las casas y edificios padecen con la sustracción de medidores de gas, barandas y otros apliques de bronce expuestos hacia la calle.

 

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