Enorme dolor en el último adiós al taxista asesinado
Edición Impresa | 11 de Junio de 2022 | 03:44

Mucho dolor, llantos y silencios que decían mucho. En los alrededores de la casa velatoria de Berisso donde estaban los restos de Juan Carlos Citaglia (46), el taxista asesinado a golpes el miércoles por la noche en Melchor Romero, una gran cantidad de familiares, amigos y compañeros de trabajo, se reunieron para darle el último adiós y acompañar el cortejo fúnebre hasta el cementerio municipal de la vecina ciudad.
Casi al mismo tiempo, en las fiscalías platenses, el imputado del homicidio, Gustavo Fredes (47), se negaba a declarar ante Juan Menucci, el fiscal que tiene a su cargo la investigación.
La calificación del hecho, a entender del representante del Ministerio Público, es la contemplada en el artículo 79 del Código Penal para su figura simple. Es decir, la pena en expectativa de ese delito es entre 8 y 25 años de cárcel. Algo que en el entorno de la víctima hace bastante ruido y por lo que seguramente se movilizarán en los próximos días.
De acuerdo a lo que pudo saber este diario, esa sensación de indignación, bronca y hastío, tiene mucho que ver con lo ya expresado por la mujer de Citaglia en dos oportunidades desde las redes sociales, donde calificó al acusado con los peores epítetos.
¿Cuál es el temor de la familia del taxista? Que en poco tiempo, Fredes pueda recuperar la libertad, mientras el daño que le endilga la Justicia por su accionar, es irreparable.
Ayer trascendió de varios testimonios que Citaglia y Fredes se conocían de hace tiempo.
También se dijo que en más de una ocasión hicieron ese viaje, entre Berisso y La Plata, y que el precio del trayecto nunca había sido motivo de discusión.
Sin embargo, en esta ocasión algo sucedió que Fredes se habría bajado del coche en 186 y 519, donde, al cerrar violentamente la puerta, hizo que los vidrios estallaran en “mil pedazos”.
Citaglia, que se había recuperado de un ACV, según narró un amigo en la puerta de la funeraria, intentó pedirle explicaciones, pero encontró la muerte tras recibir al menos dos feroces golpes en el rostro.
El fiscal Menucci supone que el motivo de la disputa fue la negativa a pagar por el traslado, mientras algunos se muestran con algunas dudas.
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