VIDEO. No jugó un gran partido pero este Lobo se acostumbró a ganar
Edición Impresa | 11 de Junio de 2022 | 05:40

Facundo Aché
fache@eldia.com
Fría como la tarde fue la actuación de Gimnasia. Pero ganó bien, que no queden dudas. El Tripero ganó ocho de los últimos once partidos, perdió solamente aquel encuentro con Sarmiento en el Bosque y ha logrado la confiabilidad de superar a rivales iguales o menores aún sin desplegar lo mejor de su juego, como en esta victoria ante los dirigidos por el “Colorado” Facundo Sava.
Después de un inicio en el que sucedió poco, más allá de la postura dominante del territorio de Gimnasia, el equipo de Gorosito avisó con una pelota profunda de Manuel Insaurralde para Ramón Sosa quien exigido buscó el primer palo y encontró bien parado al arquero Altamirano, quien minutos después sacó con los puños al córner -de modo poco ortodoxo- un tiro de esquina de Alemán.
Con dominio de campo y pelota, la visita apostó a las contras con espacios y encontró una a la salida de un córner en contra que Diego García jugó rápido para Barreto pero Morales (cuando no) alcanzó a puntear el balón al tiro de esquina y quitó el peligro. El 5-4-1 con flexibilidad para atacar era un problema para Gimnasia que no encontraba lucidez para jugar.
Patronato, aplicado tácticamente, logró complicar a Gimnasia. No lo dejó correr, le quitó espacios y las imprecisiones del Lobo hicieron el resto, muy necesitado de la zurda de Alemán, quien no alcanzaba a imponer su ritmo en esos primeros minutos.
Incluso hasta tuvo un desacople defensivo que casi le da un dolor de cabeza al equipo de Pipo, porque un doble error de Morales y una falla en el despeje de Melluso en la misma jugada casi termina en un dolor de cabeza, aunque el mismo “Yacaré” se rehizo y rechazó tras el disparo de Nicolás Castro. Sin embargo, en la siguiente jugada Gimnasia encontró a Carbonero con pelota dominada y campo de frente. El Negro encaro a Mosevich, enganchó hacia adentro, acomodó el cuerpo y sacó un derechazo que se metió a media altura contra el palo izquierdo de Altamirano. Golazo y tranquilidad para todo el Bosque.
Ese final de la primera etapa vio lo mejor del Lobo en la tarde, porque Carbonero, Sosa y Tarragona encontraron espacios y lastimaron cada vez que pudieron. Una buena combinación entre Ramírez y Tarragona terminó con el taco del goleador y el remate alto del paraguayo Ramón Sosa. Y minutos después, otro buen ataque tuvo mal final porque Eric Ramírez no alcanzó a darle a la pelota cuando había quedado solo frente al arco.
Gimnasia parecía al final del primer tiempo un equipo dominante que con la ventaja tendría tranquilidad, pelota y campo libre para ampliar la victoria. Sin embargo, lo mejor de Gimnasia ya había pasado y esas chances de contra ya no las volvería a tener.
En el segundo tiempo, Gimnasia terminó de mimetizarse con la tarde gris. Fue un equipo confundido, al que le costó encontrarse con la pelota. Brahian Alemán y Agustín Cardozo jugaron toda la tarde emparejados en una marca personal que propuso Sava y desde ahí Patronato empezó a manejar más la pelota, sin inquietar a Rey pero al mismo tiempo generando que la imagen de Gimnasia no fuese la ideal. La visita avanzó de córner en córner, pero sacó nulo provecho de la cancha de arriba.
Lo tuvo el colombiano Carbonero en un dribbling entrando por la izquierda, pero su disparo de diestro fue débil, a las manos del arquero. Sin embargo, cuando en el partido pasaba poco una mano de Quintana terminó en un discutido penal cobrado con ayuda del VAR en una acción que originalmente Lamolina había visto como no intencional. Tarragona colocó la pelota a la izquierda de Altamirano, puso el 2 a 0 y cerró el partido.
EL ANÁLISIS DEL TRIUNFO DESDE EL ESTADIO
LA PREVIA DESDE EL BOSQUE
A Patronato le hicieron bien los cambios. Sebastián Medina tuvo un disparo desde lejos por encima del travesaño. Néstor Gorosito movió el banco pero Lautaro Chávez y Franco Soldano no aportaron demasiado para ampliar la ventaja, aunque el pibe correntino tuvo un par de gambetas interesantes.
En el final casi no hubo más juego entre los cambios, algún tumulto por una infracción sobre Melluso y las pocas ideas de la visita, que de todas maneras llegó con remates desde lejos de Alexander Sosa, quien desde el banco se suplentes terminó siendo el hombre que más inquietó a Rey. De todos modos nada que pusiera en riesgo la victoria tripera.
El triunfo albiazul era imprescindible para ratificar el buen inicio del campeonato y validar de otro modo el punto obtenido en el clásico de la primera fecha. Además, un punto de partida para la seguidilla de encuentros y el inicio del camino hacia el objetivo que es regresar a una copa internacional después de cinco años. Y con el valor agregado de que este equipo demostró que puede ganar aunque no logre mostrar su mejor fútbol.
Johan Carbonero convirtió un golazo en el que pudo haber sido su último partido en el Bosque
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