VIDEO. “Hijos de perra”: golpes y torturas en Tolosa a dos jubilados, y la ligó hasta la mascota
Edición Impresa | 22 de Junio de 2022 | 02:15

Una pareja de jubilados sufrió tormentos físicos y psicológicos, así como el robo de diversas pertenencias en su casa de Tolosa, tras ser despertados en la madrugada de ayer por dos ladrones muy violentos. Mientras tanto, otros dos cómplices los aguardaban afuera de la propiedad.
Las penurias para este matrimonio de 64 años las padecieron en su vivienda de 520 entre 5 bis y 6, donde también estaba su nieta, una joven de 18 años.
El amargo trance para las víctimas duró aproximadamente dos horas y media, según informó la familia a EL DIA.
Tras “compartir” buena parte de la madrugada con los abuelos y su nieta, la banda escapó del lugar con “3.000 pesos, aros y anillos de fantasía y con el celular también de mi mujer”, detalló a este diario Juan (64).
“SE CONFUNDIERON CON MI VECINO”
El hombre precisó que el atraco en su vivienda se inició “a las 3.45 de la mañana”. En ese momento, el matrimonio estaba descansando cuando se despertaron sobresaltados por la presencia en su habitación de “dos ladrones encapuchados y con barbijos”, a los cuales “sólo se les veían los ojos”.
Grande fue la sorpresa que se llevó la pareja, la cual se potenció cuando, además de reclamarles dinero de ahorros, “nos pedían la camioneta”.
Juan aclaró al respecto que se referían a una camioneta que acostumbra dejar un vecino en la puerta de su casa. “Se confundieron, porque habrán pensado que era nuestra y que por eso seríamos gente de plata”, contó.
“Les dijimos la verdad, que la camioneta es de alguien del barrio, pero no nos creían. Tampoco cuando les explicamos que acá alquilamos”, agregó.
Y según indicó, los delincuentes tradujeron esa desconfianza en actos de crueldad.
En tal sentido, reflejó que les pegaron con destornilladores en diversas partes del cuerpo. La peor parte se la llevó Juan: “Me pegaron mucho. También recibí un culatazo en la cabeza mientras exigían que les diera más dinero”, relató.
El maltrato físico, señaló luego, incluyó que la pareja fuera maniatada: “A mí me ataron con un cable de USB y a mi mujer, María (64), con un cinturón. También nos dieron algunos cachetazos”.
Los delincuentes no sólo se pusieron nerviosos por no poder apropiarse de una suma de dinero mayor, también por los insistentes ladridos de “Coca”, una caniche Toy de apenas seis meses.
Uno de los “sinvergüenzas”, reveló Juan, “le dio una fuerte patada, que todavía la tiene llorando de dolor y con vómitos. Por eso nuestra nieta la va a llevar a un veterinario”.
“TE LA LLEVAMOS A BUENOS AIRES”
Con indisimulable angustia, el jubilado expresó: “Uno de los delincuentes estaba ‘sacado’ y le advirtió a mi esposa que si no les dábamos más plata, se iban a llevar a nuestra nieta a Buenos Aires”.
Así, para convencerla de que “la cosa iba en serio”, fueron al dormitorio donde dormía la nieta en cuestión, Élida (18), la despertaron y la llevaron junto a sus abuelos.
Juan citó: “Mi mujer se puso mal y les hablaba, pero se enfurecieron y le pegaron cachetadas en la boca para hacerla callar”.
En ese sentido, recordó que “también le pegaron cuando le sacaron los anillos de fantasía, pero en la mano donde los tenía y con un destornillador”.
“PERDONAME, ES MI TRABAJO”
Élida reveló por su parte que el delincuente que estaba más calmo, en un momento dado, el dijo “por favor nena, perdoname, no te quiero hacer pasar un mal momento, pero es mi trabajo”.
Al menos fue la única integrante de esta familia en no soportar el castigo físico que los maleantes descargaron, en cambio, sobre sus abuelos y en la mascota “que intentó defendernos”, resaltó la joven.
Consultada sobre estos ladrones de comportamiento violento, aludió a que “se quedaron acá hasta poco después de las 4 de la mañana”.
“Si bien estaban con pasamontañas y además con barbijos, por el tono de voz y por la manera de hablar, aparentaban tener entre 20 y 25 años”, añadió.
Asimismo, no obvió mencionar que los asaltantes “le decían a mi abuelo que ellos son profesionales”, aunque llamó la atención que vistieran ropa deportiva, pero “la usaban al revés”.
Hasta el momento, la banda permanece prófuga, pese a que desde que efectivos policiales de esa jurisdicción fueron advertidos sobre el atraco, salieron en su búsqueda. En ese barrio conjeturaron que serían de un cercano sector de Tolosa.
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