Cada vez más hogares vulnerables usan leña

La falta de conexión a la red de gas y las deficientes instalaciones eléctricas hacen que en más barrios se utilice este recurso

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Las temperaturas extremas que caracterizan al inicio del presente invierno no sólo amenazan a los sin techo. También ponen en riesgo a más de 200.000 platenses que viven en barrios vulnerables donde las construcciones precarias y la ausencia de servicios públicos impiden contar con métodos de calefacción eficientes.

Esta situación no sólo pone en riesgo la salud de las poblaciones expuestas, sino también el acceso a la educación de cientos de chicos que, al decir de referentes de organizaciones no gubernamentales que trabajan en el territorio, dejan de asistir a la escuela por carecer de abrigo adecuado o de calzado apropiado.

La situación también potencia el riesgo de siniestros: muchas viviendas precarias se calefaccionan con estufas eléctricas usando instalaciones precarias, lo que crea las condiciones propicias para que se produzcan incendios.

Según los datos que maneja el Observatorio Socioeconómico de la Universidad católica de La Plata, son en total 202.600 los vecinos platenses radicados en 261 asentamientos que atraviesan el invierno en completa desventaja. De esos vecinos, el 49% entre tiene entre a 0 y 30 años y el 15% son mayores de 60.

Las conclusiones del índice de integración elaborado por la UCALP indican que 9 de cada 10 de esos asentamientos necesitan mayor integración. 7 de estos lo necesitan de forma urgente dado que para ellos no está garantizado el derecho al hábitat y al desarrollo humano por no contar con un acceso universal y equitativo a los servicios básicos.

El trabajo destaca que, frente a la amenaza del invierno, en 2 de cada 10 asentamientos las viviendas son de madera o chapa.

El estudio agrega que 7 de cada 10 asentamientos no tiene acceso seguro a la energía eléctrica: las conexiones allí son precarias, inestables y muy peligrosas. La informalidad no sólo condiciona la posibilidad de calefaccionar el hogar, sino también la convivencia de la familia, la posibilidad del trabajo y el estudio desde el hogar.

Referentes sociales advierten que hay chicos que dejan la escuela por falta de abrigo y calzado

Al mismo tiempo, subraya que 8 de cada 10 asentamientos no tiene acceso formal a la red de gas. “En muchos casos se cocina con leña y se prefiere calefaccionar con electricidad aunque la conexión informal sea peligrosa e inestable”, destaca el trabajo.

En consonancia con estas conclusiones, Pablo Pérez, desde la ONG La Plata Solidaria destaca que frente a la amenaza del frío, la precariedad de los asentamientos aumenta y “lo que nosotros notamos es que cada vez son más los hogares que se calefaccionan con leña cortada en el propio barrio -no comprada- ante la falta de gas de red y de conexiones apropiadas a la red eléctrica”.

Según agrega Pérez, “son barrios en donde la red de gas no existe y la eléctrica tampoco. Están colgados de esa red, lo que produce los continuos incendios que vemos. Porque para calefaccionarse, en la misma zapatilla o el mismo toma enchufan todos los artefactos eléctricos de las pequeñas viviendas y eso explota y produce los siniestros”.

El dirigente destaca que en los últimos años, desde la entidad notaron que “la forma principal de calefaccionarse es la leña que consiguen en el propio barrio, no es leña comprada ni mucho menos”.

Al mismo tiempo, destacó que “este año hemos visto una demanda de calzado con la campaña Pies Calentitos como nunca. Lo que más nos preocupa es que por frío, falta de abrigo y calzado muchos chicos dejan de ir a clase. Y lo que más asusta frente a esto es la ausencia del estado en los barrios, tanto nacional, como provincial o municipal”.

 

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