El Lobo tiene buenos recuerdos de los clásicos jugados en 57 y 1

“Juegan 11 contra 11 y los de afuera son de palo”. La frase viajó a través de los años tratando de reforzar las chances de los equipos visitantes, pero las estadísticas, mayoritariamente, permiten certificar que, en efecto, un partido de fútbol lo juegan 11 contra 11 dentro de la cancha, aunque el entorno parece inclinar la balanza a favor del local.

Con un nuevo clásico platense a la vista, el tema puede ser colocado de nuevo bajo la lupa a los efectos de considerar las supuestas ventajas que el local, en este caso Estudiantes, podría tener en el cruce del domingo contra Gimnasia, en el estadio Jorge Luis Hirschi.

Pasaron 15 años sin clásicos en 57 y 1, demasiado tiempo, más considerando que en ese período se registraron cambios muy significativos, como la ausencia de hinchas visitantes en las tribunas, por cuestiones de seguridad, y la implementación, hace muy poco, del VAR, sistema de ayuda para los árbitros que, en la teoría, determina ciertos límites.

Un repaso a lo largo de la historia de este enfrentamiento entre Pinchas y Triperos, el acontecimiento deportivo más importante a nivel platense, da cuenta que en 57 y 1 jugaron un total de 79 veces, con un saldo favorable a los albirrojos, aunque en cifras menos elocuentes que las registradas en la última docena de partidos, justamente en la cual Estudiantes debió actuar como local en otros estadios por tener el suyo en construcción.

La historia de Estudiantes contra Gimnasia, y en particular en el estadio rebautizado como UNO, es tan extensa que abarca partidos en Primera (70), el Amateurismo (7) y Copas Nacionales (2).

Sobre ese total, hubo 32 triunfos del Pincha, 19 victorias de Gimnasia y 28 empates, con 124 goles a favor de los albirrojos y 94 de los Triperos. Una estadística que se acorta considerando los cotejos de la era profesional, es decir a partir de 1931, a 29 festejos del local, 17 del visitante y 24 paridades.

La última alegría del Lobo en condición de visitante se remonta al torneo Clausura 2003, disputado el domingo 30 de abril de ese año, con un 4-2 a favor al cabo de un partido electrizante, que no llegó a completar los 90 minutos reglamentarios por incidentes en un sector ocupado por la parcialidad estudiantil.

Estudiantes cantó victoria por última vez en su reducto de la calle 1 en la temporada 2005, más precisamente el 28 de agosto, con un 1-0 sellado por gol de José Luis Calderón, y marcó el final de un ciclo, porque durante 14 años sus puertas quedaron cerradas para el fútbol.

Pero curiosamente, un clásico que hasta entonces se desarrollaba con un marcado equilibrio, contando el total de enfrentamientos, en cancha de uno y del otro, con 44 partidos por lado, desde entonces comenzó a inclinarse para Estudiantes, que las veces que debió ser local lo hizo en otros escenarios, particularmente en el Estadio Ciudad de La Plata, y el año pasado, cuando regresó a su cancha lo hizo pero sin público en las tribunas, por medidas adoptadas con motivo del coronavirus, y un 0-0 con escasos matices.

Este domingo, los platenses volverán a estar pendientes de lo que sucesa con Pinchas y Triperos, a partir de las 17, con tribunas colmadas por seguidores del conjunto albirrojo, al revés de lo ocurrido en el encuentro anterior en el Juan Carmelo Zerillo de 60 y 118 en oportunidad del increíble 4-4 protagonizado por los equipos conducidos técnicamente por Néstor Gorosito y Ricardo Zielinski.

Desde 1931, en el profesionalismo, Estudiantes ganó 29, Gimnasia 17 y hubo 24 empates