Un vecino de Villa Elisa sufrió dos robos en 15 días

Vive en 14 entre 57 y 58. En ambas ocasiones no estaba en su vivienda. En estos escruches le sustrajeron dinero y muchos objetos

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Para el damnificado por dos robos seguidos, y casi calcados en su casa de Villa Elisa mientras circunstancialmente se había ausentado, no fueron ataques al voleo, sino premeditados.

El hombre, de 60 años, está convencido que los responsables de estos escruches en su modesta vivienda de 14 entre 57 y 58 son del barrio.

Inclusive, por lo que pudo averiguar EL DIA en esa zona, algunos frentistas del lugar comparten un mismo pensamiento: que “lo tomaron de punto”.

“ME TIENEN ESTUDIADO”

Ambos episodios de inseguridad mantienen sumido a Jorge (63) en un estado de preocupación y desánimo, según contó a este diario. No es para menos.

Repitió más de una vez que “estos delincuentes me tienen estudiado. Conocen bien mis movimientos, los horarios en que salgo y llego de mi casa. Y a lo mejor también se guían para venir a robar, al no ver mi camioneta y darse cuenta que es porque me fui”.

Con respecto a los robos, el damnificado mencionó: “Primero se metieron en casa el 17 de mayo, un día antes del censo nacional. a la madrugada”.

“Me robaron esa vez 3.000 pesos, un aire acondicionado portátil, un montón de ropa, dos motosierras, dos desmalezadoras, una soldadora eléctrica, dos hidrolavadoras, dos garrafas, una máquina de pintar a calor, una amoladora, una agujereadora y una máquina para pulir”, detalló.

Ese voluminoso botín se engrosó además con “siete de las ocho ruedas de dos autos viejos que compré para arreglarlos y venderlos, lo mismo que algunos motores de muchos años”, completó Jorge.

Sin posibilidad económica de recuperarse de semejante escruche, otra vez le entraron de madrugada. Ocurrió el viernes pasado, y sospechan que son los mismos del robo anterior. En esta oportunidad, puntualizó Jorge, “de nuevo me sacaron un poco de dinero, algunas cositas de oro y una garrafa que me había prestado un vecino”.

Luego, recordó que en el primer escruche los maleantes se llevaron no sólo dinero, ropa y numerosas herramientas, sino también algunos alimentos.

“Sacaron del freezer unas cajas de medallones de pescado y las dejaron preparadas como para volver para llevárselas, porque habían cargado bastante con lo que me robaron”, explicó.

Trajo a su memoria, además, que “después del primer robo, reforcé bien la puerta de entrada e inclusive cambié la cerradura por una nueva y de mejor calidad”.

Sin embargo, esos recaudos no resultaron suficientes escollos para los delincuentes que actuaron en su vivienda.

“Igual me volvieron a romper la puerta y hasta le volaron el candado a la reja del frente de la casa”, consignó con un marcado gesto de desazón.

 

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