El delito golpea fuerte en una zona de Los Hornos

Un grupo de vecinos se reunió en 69 y 136 por la preocupación y el temor que sienten hace cinco meses. Piden patrullajes y luces led

Edición Impresa

En un barrio cercano al centro de Los Hornos, nadie vive tranquilo desde hace cinco meses por culpa de la inseguridad.

Según denuncian los vecinos, los responsables de esa dramática situación son grupos de delincuentes, con varios integrantes menores de edad, que acostumbran a robar con diversas modalidades y en diferentes horarios.

No sólo eso: además, siempre a decir de los atribulados poblados de la zona, tampoco hacen distinción cuando eligen un blanco: actúan igual haya o no gente en el lugar.

Otro rasgo que emerge de las andanzas de los asaltantes, es que cuando quedan cara a cara con sus víctimas, predomina la violencia en su accionar.

Con este acuciante panorama, en la tarde de ayer se juntaron algunos vecinos de esa zona castigada por el delito, ocasión en que expusieron ante este diario los problemas que están viviendo. Y adelantaron que “si sigue esto así, elevaremos nuestro reclamo con una nota al comisario”.

“ESTAMOS A LA BUENA DE DIOS”

Durante el diálogo mantenido con EL DIA en la tarde de ayer en la esquina de 69 y 136, hubo quienes pusieron el foco en ventilar algunas historias personales.

Así, como resultante de ese mosaico de padecimientos, brotó espontánea, casi al unísono, la siguiente reflexión: “Estamos a la buena de Dios, especialmente durante toda la noche, donde ya no se ve pasar a un patrullero”.

Al encuentro de ayer asistieron Miguel Angel Smolej (76), Mónica Buttignol (51), María Fortunato (68), otra vecina que sólo se identificó como María (65) y el matrimonio integrado por Egidio Ciancio (84) y María Isabel Attara (74).

Precisamente esta pareja de jubilados sufrió verdaderamente una madrugada de pesadilla hace dos meses, cuando dormía en su vivienda.

María Isabel denotó angustia en su gestos y palabras cuando recordó que “fue hace dos meses, cuando promediando la madrugada se metieron tres delincuentes por una claraboya de casa. Dos estaban encapuchados y el restante, para nuestro asombro, era un pibe que tendría 12 años y que estaba a cara descubierta”.

Su esposo, a su vez, sumó que “a mi mujer la agarraron de los pelos y hasta uno se le tiró encima en la cama. A mí me ataron de pies y manos”.

“Se quedaron más de una hora y nos robaron de todo: 30.000 pesos, dos teléfonos celulares, una cámara fotográfica, una máquina para cortar el pelo, una amoladora, una agujereadora y hasta nos llevaron pollos y milanesas del freezer, al igual que fideos y aceite de la alacena”.

María Isabel intervino enseguida para mencionar que “cuando vi que me robaban también la cartera, les pedí que al menos me dejen la documentación. La cartera se la quedaron, pero después un vecino nos alcanzó la documentación que tiraron dentro de una zanja del barrio”.

Estos abuelos, señalaron, también había vivido en carne propia la inseguridad en su hogar “hace dos años”.

Otra damnificada es María Fortunato: “El 28 de febrero entraron en mi casa cuando no estaba. Fue después de las 10 de la mañana. Ya me habían robado tiempo atrás”.

Todos ayer pidieron lo mismo: “Patrullajes, luces led y poda de árboles que tapan luminarias en 69 entre 135 y 136”.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE