“Me alegra que mi madre esté muerta”

Jennette McCurdy, reconocida ex actriz de series infantojuveniles como “iCarly” y “Sam & Cat” , acaba de editar sus memorias, a las que tituló “Me alegra que mi madre esté muerta”. En la portada de su libro, la ex intérprete posa sonriente vestida de rosa con una urna de cenizas, también rosa, en sus manos.

Y lo que parece ser una broma no lo es: en las páginas, la joven escritora, directora, cantante y podcaster de 30 años cuenta con crudeza su pasado como estrella infantil, revelando con lujo de detalles la violencia y el abuso que su madre ejerció sobre ella en su casa, al punto de sentir junto a sus hermanos que vivían en una especie de “campo minado” porque no sabían “cuándo mamá iba a explotar”.

Según McCurdy, su madre, Debra, “quería vivir a través de mi persona su sueño frustrado de ser estrella”. A los seis años la llevó al primer casting y, tras conseguir roles en producciones como “Medium”, “Over There”, “Strong Medicine” y “The Inside”, la obligó a mantener a toda la familia.

Tratando de “cuidar” su figura, a los 11 años llegó a pesarla cinco veces al día, contando sus calorías. Le teñía el pelo y le blanqueaba los dientes y no la dejaba comer caramelos y era una nena. Claro que la anorexia no tardó en manifestarse en su pequeño cuerpo: “Además de la anorexia, palabra cuyo significado desconocía, después padecí bulimia”. Y sólo tenía 12 años.

Según Jennette, su mamá la obligó a tomar medicamentos que retrasaron su desarrollo hormonal así poder garantizar más papeles infantiles. La mujer llegó a practicarle controles vaginales y mamarios sin su consentimiento y no permitía que se bañe sin estar ella observándola, algo que padeció hasta los 17 años.

Por eso, McCurdy sintió “alivio” cuando su madre murió de cáncer en 2013 y eso quiso referenciar en el título de sus memorias en las que también expone los abusos laborales que sufrió en el set de Nickelodeon

Con la publicación de su libro, McCurdy fue invadida por una sensación de paz. “Ahora tengo gente que me apoya, que me cuida, que me quiere, eso me hace llorar de la emoción, me siento segura, tengo confianza en los demás y puedo abrirme sobre mis cosas”, manifestó.