Precios acelerados y tensiones

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Natalia Kidd

EFE

Los precios al consumidor en Argentina avanzaron un 7,4 % en julio pasado, el mayor salto inflacionario mensual de los últimos 20 años, con una preocupante aceleración de los precios que se dispararon en medio de fuertes tensiones cambiarias y políticas.

“En términos interanuales, la inflación minorista superó la barrera del 70 %, la más alta desde la hiperinflación de principios de la década de 1990”, observó Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso.

La fuerte aceleración de la inflación en julio se produjo en un contexto de sobresaltos políticos, con la renuncia, primero, de Martín Guzmán como ministro de Economía y su sustitución por Silvina Batakis y, tres semanas después, con el reemplazo de ésta por Sergio Massa al frente de la cartera económica.

En medio de estos cambios ministeriales, los mercados operaron con los nervios de punta, en particular en la plaza cambiaria, con un salto de hasta el 40 % en las cotizaciones paralelas del dólar estadounidense que, como es frecuente en Argentina, rápidamente se trasladó a los precios de la economía real. “Luego de la renuncia de Guzmán, la volatilidad cambiaria y las mayores restricciones a la financiación de importaciones resultaron en el escenario ideal para acelerar una remarcación de precios que ya venía con una inercia elevada”, apuntó la consultora LCG en un informe.

El nuevo ministro de Economía argentino, Sergio Massa, aseguró que tiene la “obligación” de dar combate a la inflación, que ha acumulado en los primeros siete meses del año un alza del 46,2 %, pero aclaró que en esta tarea “no existe la magia”. Admitió que julio y agosto serán los dos meses del año “más dificultosos en materia inflacionaria”, pero aseguró que desde septiembre la curva de precios comenzará a ceder a partir de las medidas que ya ha adoptado y las que tomará.

Según Eugenio Marí, en las últimas dos semanas el Gobierno “ha logrado estabilizar la situación, aunque con niveles de inflación altos”.

“Para lograr revertir este ritmo inflacionario el Estado debe dejar de gastar más de lo que le ingresa, de manera que se reduzca la emisión monetaria y poder equilibrar el mercado de dinero”, apuntó el economista.

En junio pasado, Argentina y el Fondo Monetario Internacional corrigieron al alza la proyección de inflación para 2022, hasta un rango de 52-62 %, desde una tasa del 50,9 % en 2021.

Pero incluso esas previsiones oficiales corregidas quedaron muy por debajo de las proyecciones de los consultores privados que mensualmente recaba el Banco Central para su informe de expectativas.

El último de estos sondeos, realizado a finales de julio y publicado la semana pasada, señalan que la inflación será este año del 90,2 % y que al menos hasta enero la tasa mensual no será menor al 5 %.

 

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