Mujeres sometidas por los talibanes en Afganistán

A un año de la vuelta del régimen al poder, el país vive una crisis humanitaria y los derechos femeninos han sufrido un serio deterioro

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Afganistán vive una profunda crisis humanitaria y un fuerte deterioro de los derechos de las mujeres, según alertó la ONU, cuando se ha cumplido ayer el primer aniversario de la toma del poder por parte de los talibanes.

La organización aseguró que la ayuda internacional permitió durante el pasado invierno boreal evitar “el peor escenario posible”, que habría sido una gran hambruna en el país, pero recordó que al día de hoy casi 20 millones de personas siguen en situación de inseguridad alimentaria.

El coordinador humanitario de Naciones Unidas en Afganistán, Ramiz Alakbarov, explicó que el derrumbe de la economía nacional, unido a las dificultades en los mercados internacionales de alimentos y a desastres naturales, ha creado una situación especialmente difícil que requiere la “atención inmediata” de la comunidad internacional.

En cuanto a la situación de la mujer, varias agencias de la ONU denunciaron la importante erosión de derechos ocurrida durante este año, con importantes restricciones en todos los ámbitos, incluida la prohibición de que las niñas estudien en escuelas secundarias.

“Desde la toma del poder de los talibanes en Afganistán hemos visto un deterioro diario y continuo de la situación para las mujeres y niñas afganas”, lamentó en un comunicado la jefa de ONU Mujeres, Sima Bahous.

Según la agencia de Naciones Unidas para la igualdad de género, las “meticulosas políticas de desigualdad” de los talibanes han convertido a Afganistán en un caso único.

“Es el único país del mundo donde las niñas tienen prohibido ir al secundario. No hay mujeres en el Gobierno talibán, no hay Ministerio de Asuntos de la Mujer, lo que en la práctica elimina su derecho a la participación política. Las mujeres, en su mayoría, tienen restringido el trabajo fuera de sus casas y están obligadas a cubrir sus rostros en público y tener un acompañante varón cuando viajan”, enumeró.

La directora ejecutiva del Fondo de Población de la ONU, Natalia Kanem, dijo que todo eso pone a las mujeres y niñas del país en una situación de enorme vulnerabilidad y llamó al mundo a no olvidar su situación.

“No puede haber una paz duradera, recuperación o estabilidad para Afganistán a menos que se respeten y protejan los derechos básicos de mujeres y niñas a la educación, a participar en la vida pública y a acceder a servicios vitales para su salud, dignidad y bienestar”, señaló.

Hace un año, miles de afganos se precipitaron al aeropuerto internacional de la capital Kabul para huir de los talibanes en medio de la caótica retirada del ejército estadounidense de esa ciudad tras 20 años de guerra, el conflicto más largo de EE UU.

Ayer, combatientes talibanes, algunos de ellos portando armas o las banderas blancas de su movimiento, organizaron pequeños desfiles de la victoria a pie, en bicicleta y en motocicleta por las calles de Kabul. Un pequeño grupo marchó frente a la antigua embajada de EE UU, coreando “Viva el Islam” y “Muerte a EE UU’’.

El primer ministro del Gobierno interino, el mulá Hassan Akhund, fue el primero en celebrar en un comunicado la “gran victoria” que llevó a los talibanes a conquistar Kabul hace hoy un año, al término de una rápida ofensiva mientras las últimas tropas estadounidenses abandonaban el país.

Durante una concurrida ceremonia en Kabul, el ministro de Exteriores afgano, Amir Khan Muttaqi, pintó una imagen particularmente benigna de un país que se encuentra en medio de una profunda crisis humanitaria y económica agravada por la congelación de los fondos internacionales para la reconstrucción del país. (EFE y AP)

 

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