La Justicia frena la idea de talar en Pereyra y pide un estudio ambiental 

El acuerdo por un bosque de eucaliptos entre el Ministerio de Desarrollo Agrario y la Facultad de Agronomía de la UNLP bajo la lupa 

Con la resolución de un juez federal se escribe un nuevo capítulo en el conflicto que enfrenta a la asamblea ambientalista del Parque Pereyra y el tándem conformado por el ministerio de Desarrollo Agrario y la facultad de Ciencias Agrarias y Forestales por un plan de construcción de viviendas sociales que implica la tala de árboles en unas 200 hectáreas del predio, principal pulmón verde de la Región. El convenio entre la cartera provincial y la unidad académica de la UNLP quedó, a partir de la medida judicial, en una “impasse”.

Puntualmente, el juez de Quilmes, Luis Armella, dio lugar a la acción cautelar solicitada por la Asamblea de la Reserva de Biósfera del Parque Pereyra y ordenó suspender el convenio firmado por el ministerio de Desarrollo Agrario y la facultad de Agronomía local que prevé la tala masiva en el parque y destinar tales recursos a la construcción de viviendas frente a la problemática del déficit habitacional.

A través de un comunicado, la Asamblea celebró la medida adoptada por el magistrado, que atiende así al pedido de la cautelar elevado en junio pasado contra el convenio que las partes habían firmado en 2021. Según se explicó desde ese espacio, “la resolución tiene alcance tanto al gobierno provincial como al gobierno nacional y se exige un estudio de impacto ambiental a presentarse con plazo de 10 días”.

Antes de llegar a la instancia judicial, los integrantes de la Asamblea intentaron solicitar audiencias con funcionarios provinciales y nacionales para evitar la destrucción de los ejemplares. Pero no tuvieron éxito en el intento.
El abogado de la Reserva de Biósfera, Alfredo Carrilli Ciciro, aseguró que “se trata de la decisión judicial de suspender el convenio hasta tanto se determinen los estudios de impacto ambiental”.

Este freno a la posibilidad de que se encaren los trabajos de desmonte hizo que se generen expectativas en el sentido de que se dé marcha atrás con la iniciativa. “Permite generar un control protector en el sector del Parque Pereyra. Lo ideal es que el foco esté puesto en la cuestión del medio ambiente. La realidad es que el Parque está abandonado, falta inversión, no hay control, no hay cortafuegos”, señaló el letrado.

Una de las tantas acciones que atentaron contra el patrimonio forestal del Parque sucedió en los años 80, cuando se entregaron a la papelera Massuh (la fábrica quebró en 2010) 400 hectáreas para una explotación industrial. El trato entre la cartera agraria y la facultad puso en alerta a los integrantes de la Asamblea, pues el objetivo del acuerdo es otorgarle al Centro de Capacitación, Transferencia de Tecnología, Producción y Servicios de la Maderera, que pertenece a la unidad académica, 200 de esas hectáreas plantadas con eucaliptos para talarlos y así proveer de material al proyecto habitacional.

Por eso, Carrilli Ciciro remarcó que “en el denominado sector Massuh se ha formado una flora y fauna que hay que proteger, controlar y poner un freno al avance”.

El rechazo al acuerdo por parte de los ambientalistas no se hizo esperar. Organizaciones y asambleas en defensa del ambiente denunciaron oportunamente que el gobierno provincial pretendía avanzar, con el proyecto, en un “desmonte” que, por otra parte, no está permitido por la Ley de Bosques.

No fueron notificados

Ante la medida cautelar dispuesta por la Justicia este diario consultó la opinión del ministerio de Desarrollo Agrario y fuentes del organismo respondieron que “a la fecha no hemos sido notificados”.
 

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