La jugada que le cambió la cara al partido y marcó el camino

Los caminos del mendocino Juan Martín González están ligados al éxito y a un desarrollo deportivo que parece no tener techo. El crack formado en el club Marista de Mendoza tiene vasos comunicantes con el rugby de nuestra ciudad, lugar que visitó en varias ocasiones en el marco de los tradicionales encuentros maristas que cruzan año a año a los cuyanos con los players infantiles y juveniles del club San Luis.

Aparte de esto, González hoy día comparte club con el surgido en La Plata Rugby, Lucio Cinti, jugador con el que además compartieron plantel en Los Pumitas y en el equipo olímpico de Seven que ganó en los YOGBA Buenos Aires 2018, la medalla de Oro.

Para completar el vínculo con Cinti (que ayer también fue parte del éxito ante los maoríes) González comparte el plantel del London Irish inglés con el jugador canario. Lo que se dice muchos vasos comunicantes; por eso ayer cuando capturó en la salida misma esa pelota que Bofelli cacheteó hacia atrás, encaró para la derecha y con un medio giro burló en la misma jugada a tres jugadores de los All Blacks dejando en ridículo a Aaron Smith y Caleb Clarke.

Y con la ductilidad de un tres cuartos, pero con la potencia del forward que es, solito encaró para el in goal de los dueños de casa y le puso al Orangetheory Stadium un manto de hielo más frío que la temperatura que hizo en la gélida Christchurch.

La conquista hizo recordar lo mejor de la historia de Los Pumas y entró al panteón de los mejores tries albicelestes de siempre. Como ese de Nani Corleto a Francia en el 2007, o aquel de Tute Moroni a Irlanda en el 2015 o en ese mismo choque de Cardiff, como no acordarse de esa palomita a la gloria del rosarino Juan Imhoff.

Lo dicho: Juan Martín González Samsó (ese es su nombre completo) con solamente 21 años está dando que hablar a todo el planeta ovalado; viene de marcarle tries a Escocia, a Australia (este ante su gente en el Malvinas argentinas de Mendoza) y ayer, a los mismísimos All Blacks en su casa.

Poco para decir y mucho para seguir disfrutándolo.