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Segundo triunfo al hilo del Pincha, que tuvo momentos de lucidez y trepó en la tabla acumulada. Castro, la figura, hizo el gol. Reestreno de Sosa, despedida de Rogel y silencio del Ruso Zielinski

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Por FERNANDO ALEGRE

falegre@eldia.com

En la previa, la fecha se había desarrollado a pedir de Estudiantes. Todos los rivales directos en el tema que le interesa a Ricardo Zielinski y a los suyos, la clasificación a la próxima Copa Libertadores de América, habían dejado puntos en el camino. Racing, River y Gimnasia lo hicieron con sendos empates, en tanto que la derrota de Argentinos ante Platense en La Paternal, allá por el sábado a la tarde, también representó una mueca de felicidad para el público albirrojo. Ahora llegaba el turno del Pincha de hacer lo suyo y vencer a un Patronato que pese a estar peleando el descenso, llegaba a Uno realizando una buena campaña, con buen juego y una idea clara.

Y lo hizo Estudiantes por 1-0, con gol de Manuel Castro para seguir descontando puntos y quedar a dos unidades del Bicho y a cuatro del Lobo, los equipos que aparecen debajo de Racing y River en la tabla que clasifica a las copas. Después de los nubarrones salió el sol para iluminar un rápido regreso a las competencias internacionales.

El festejo del gol de Estudiantes, que tuvo al uruguayo Castro cerrando una gran jugada / Dolores Ripoll

Lo cierto es que en una noche especial por la despedida de Agustín Rogel y el regreso de José Sosa al club tras casi 13 años, Estudiantes fue quien golpeó primero gracias a una enorme jugada colectiva, la cual comenzó en su área y terminó en el fondo del arco defendido por Facundo Altamirano.

El Pincha de Zielinski, que todavía busca su nueva identidad, dejó en claro que es un equipo de jugadas más que de juego. Si en una de ellas sus intérpretes se iluminan, pueden lastimar a cualquiera. Ahora si uno de ellos falla, la estructura se cae. Y lo que podría significar peligro concreto, se diluye. Para suerte del DT y de los suyos, pasó lo primero.

A los 8´ y con Patronato volcado al ataque, Jorge Rodríguez limpió de gran forma la salida de los suyos y habilitó a Emmanuel Mas por izquierda. Allí, el lateral, que subió y mucho, encontró a Fernando Zuqui por el medio y el mendocino, con tiempo y espacio, sirvió para Mauro Méndez. De charrúa a charrúa, el ex Montevideo Wanderers sirvió para Manuel Castro, quien ingresó a pura velocidad y definió sutilmente por encima de Altamirano.

El partido se abrió con un golazo de Castro, jugada colectiva de toda la cancha

 

En una ráfaga de toques precisos y certeros, el León logró lo más difícil: pasar de defensa a ataque en cuestión de segundos y poner a uno de sus protagonistas mano a mano con el golero rival: 1-0 y a sacar del medio.

A partir de allí, los de Zielinski buscaron en la profundidad de Castro, con remate desde afuera del área, y con la conducción de Benjamín Rollheiser, quien se movió por todo el frente de ataque por detrás de Boselli y Méndez.

Patronato, por su parte, siguió con su libreto: juego asociado y en bloque para acercarse a Mariano Andújar. Y el Patrón lo tuvo. De hecho, logró inflar la red local, pero el VAR intervino correctamente para anular el gol en offside de Justo Giani. Y en otra de las pocas que tuvieron los de Sava, el golero Pincha se lució para sacar un remate que tenía destino de gol. Sin mucho más, Andrés Gariano le puso punto final a una primera mitad que dejó la certeza de que Estudiantes está volviendo a ser.

Para el complemento, el Pincha replegó algo sus líneas y apostó a la velocidad de sus hombres más abiertos, con un Castro muy incisivo ante un Patrón al que le costó hilvanar juego asociado. Y dentro de este panorama, a los 13 minutos se dio lo que el hincha esperó por muchos años. Zielinski miró hacia quienes se estaban moviendo detrás de la línea de cal y marcó el número “15”. Bajo una lluvia de aplausos, José Sosa ocupó el lugar de Rollheiser mientras que Heredia hizo lo propio por un muy cansado Méndez. Poco tardó el ex Bayern Munich en refrendar el cariño. En la segunda jugada que lo tuvo como protagonista, ensayó un sombrerito de espaldas, que generó el “uhhh” de la gente en UNO.

Estudiantes creció en la tenencia y en el destino de gran parte de las pelotas entregadas, pero le faltó la precisión necesaria para volver a poner en apuros a Altamirano.

El partido se pudo cerrar a 10 minutos del final, pero el árbitro anuló un gol lícito de Boselli

 

Un cabezazo alto de Heredia tras asistencia de Sosa volvió a levantar a la gente, pero el grito quedó atragantado porque el ex Atlético Tucumán no pudo darle la colocación que requería. Otro pase quirúrgico de quien fuera campeón en 2006, con Zuqui como destino, generó una nueva oportunidad que el Pincha no pudo usufructuar por centímetros. Lo cierto es que la inclusión del “15”, quien se mostró en gran forma futbolística, le otorgó mucha claridad al equipo al momento de generar. Sin la velocidad ni los arranques que fueron una característica de sus primeros años, pero sí con la técnica pulida que supo llamar la atención de más de uno.

A los 30´, el Ruso movió el banco de nuevo y mandó a la cancha a Franco Zapiola por Zuqui, ubicando al Principito en el eje de la generación junto con Corcho. Y minutos más tarde, el Pincha casi sentencia el encuentro con otra jugada perfecta desde la concepción hasta la definición. Pero el VAR anuló el gol de Boselli que había empezado con una avivada de Sosa y Castro, por mano del uruguayo que dejó muchísimas dudas.

Patronato estuvo a tiro del empate, con un remate desde afuera del área que se estrelló en el travesaño de un vencido de Andújar, pero eso fue todo.

Estudiantes volvió a ganar en su casa dentro de una noche muy especial, que marcó la despedida de Sosa, el regreso de Rogel y la certeza de que el León está. Y va a dar pelea por su objetivo.

 

 

Estudiantes

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