VIDEO. Interna caliente en el PRO: puertas adentro, no hubo tregua

De todos modos, a la salida del encuentro buscaron dar por “cerrada” la discusión sobre las vallas en la casa de la Vicepresidenta

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Emiliano Russo

efrusso@eldia.com

El almuerzo que realizó la cúpula del PRO para intentar contener los cruces por el operativo de seguridad durante la movilización del kirchnerismo en Recoleta no logró bajar la tensión interna. Fue un debate “áspero” y en el que, con el telón de fondo de la futura pelea electoral para dirimir al candidato presidencial del espacio, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la presidenta del partido, Patricia Bullrich, mantuvieron sus diferencias.

De la reunión en una confitería de la Costanera norte participaron, además, Mauricio Macri y su primo Jorge, María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo, Diego Santilli, el senador Humberto Schiavoni, los diputados Federico Angelini y Laura Rodríguez Machado y Fernando de Andreis, ladero del expresidente.

La misma había sido convocada de urgencia a raíz de las críticas que había vertido la ex ministra de Seguridad el fin de semana luego que el gobierno porteño ordenara retirar las vallas y la custodia policial en torno al domicilio de Cristina Kirchner. El alcalde porteño no pudo ocultar su malestar por la postura de Bullrich a la que tilda de “electoralista” y en su entorno azuzan que la exdiputada “arrancó la campaña un año antes de la elección” nacional de 2023.

Mauricio Macri, según se pudo averiguar puertas adentro, no intentó arbitrar en la disputa pero insistió en que se debe rechazar la ocupación del espacio público como lo hizo el kirchnerismo el último sábado. Sí fue tajante al asegurar a ambos “contrincantes” que “no era momento para conflictos y menos en público”.

Por eso de la reunión salió una frágil tregua que pareció romperse apenas los protagonistas tomaron contacto con la prensa a la salida del restaurant.

Es que, según fuentes larretistas, en el mitin se había acordado dar por terminada la controversia pero luego Bullrich declaró a la prensa que “a partir de ahora hemos decidido dar por cerrado este hecho y también que cuando el gobierno de la Ciudad (de Buenos Aires) toma decisiones, previas consultas a todos nosotros, respecto al apoyo que necesita, debe mantener la posición tomada y, en caso contrario, el gobierno de la Ciudad debe no preguntar y de esa manera tener la decisión y hacerse cargo y, en consecuencia, será su decisión y no la de todos”. Filosa, mantuvo su postura de que las autoridades porteñas no deben ceder a las presiones de los manifestantes y deben mantener los operativos una vez puestos en marcha. “El sábado nos hicieron firmar un comunicado de JxC en el que respaldábamos a la Policía de la Ciudad y al otro día desmovilizan a la fuerza”, argumentaron cerca de la titular del PRO.

Comida picante

Lo cierto es que durante la comida hubo reproches cruzados. Fue así que por momentos algunos de los asistentes al almuerzo levantaron el tono de voz para argumentar o defenderse de las críticas de la que eran blanco. El alcalde porteño defendió su rol como gestor y que debe velar por el orden y al mismo tiempo evitar que se altere la paz social.

Uno de los momentos más álgidos ocurrió cuando se conoció que de la negociación entre Jorge Macri y Diego Santilli con Wado de Pedro en medio de la tensión del último sábado, habría salido una frase amenazante del dirigente camporista a sus interlocutores: “Si la meten presa a Cristina, vamos a incendiar todo”. Fue así que el ala dura del PRO cuestionó que no se hubiera hecho pública esa dura advertencia y que, a la postre, se acordara el levantamiento de las vallas a cambio de la falsa promesa de la desmovilización de los militantes.

Macri no tomó partido por ninguno de los dos precandidatos presidenciales en disputa. Pero nadie en el PRO desconoce que muchas de las posturas más radicalizadas de Bullrich son las que él prefiere no hacer públicas e intenta canalizarlas con la exministra para así condicionar al alcalde porteño.

Por otra parte, hoy nadie asegura que el fundador del partido amarillo no intentará “un segundo tiempo” en el sillón de Rivadavia en 2023. Pero si finalmente desistiera de esa opción, es claro que buscará condicionar a quien sea el candidato del espacio para pelear por la primera magistratura.

Larreta casi al final propuso abrir mecanismo de debate interno para canalizar este tipo de controversias pero todo quedó en la nada con la postura irreductible que la exdiputada expuso a la salida del encuentro. “Está todo en rojo”, admitió un funcionario porteño consultado. Lejos de aplacarse, la interna del PRO sigue caliente y promete nuevos capítulos.

 

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