Más sospechas por el ataque a la Vice

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El celular de Nicolás Gabriel Carrizo, identificado como jefe de la “banda de los copitos” y último detenido por el ataque a la Vicepresidenta podría ser la clave para avanzar en una trama más amplia de sospechos y cómplices.

Eso es lo que por estas horas investiga la jueza federal María Eugenia Capuchetti, según confirmaron fuentes del caso.

Todo apunta a dilucidar cómo se movieron tres de los detenidos –Fernando Sabag Montiel, su pareja Brenda Uliarte y el mencionado Carrizo–, en los meses previos y los días posteriores a la noche del jueves 1º de septiembre.

La sospecha es que los imputados no habrían actuado solos, sino con un premeditado apoyo logístico que habría incluido tareas de observación e inteligencia en el barrio de Recoleta, donde vive la expresidenta, como también la preparación material del atentado que, de acuerdo a mensajes que envió Carrizo a su hermanastra, Andrea, debía concretarse una semana después.

“Creemos que uno o más allegados a Sabag Montiel, Uliarte o Carrizo pudieron estar en Recoleta en los días previos al ataque”, dejó trascender una fuente involucrada en la causa.

En ese sentido, el celular de Carrizo aporta información que para la Justicia puede ser crucial. Por ejemplo, en las horas que siguieron al atentado le escribió a su hermanastra: “Mi amigo [por Sabag Montiel] estuvo a un segundo de convertirse en héroe nacional. Estuvo muy cerca. Falló el arma. No lo entiendo. Andaba bien” y en otro mensaje: “Es largo de explicar, pero tengo un grupo de 90 personas. Nos estamos juntando todos ahora para ver cómo solucionar este problema”.

 

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