Mujeres y alcohol: crece cada vez más el consumo

La pandemia agravó el problema, aunque desde hace dos décadas la brecha entre los géneros se achica rápidamente. El marketing rosa, otro factor que repercute

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El consumo de alcohol entre las mujeres, que venía aumentando significativamente desde hace dos décadas, cerrando progresivamente la brecha que las separaba de los hombres, creció todavía más durante la pandemia.

Así surge de distintos estudios que marcan que el fenómeno se produce a nivel global.

Según el Instituto Nacional de Abuso del Alcohol y Alcoholismo (NIAAA), entre 2000 y 2016, la cantidad de mujeres adultas que bebían alcohol aumentó un 6% (mientras, paralelamente, la cantidad de hombres que lo hacían se redujo en un 0,2%) y los episodios de exceso alcohólico se incrementaron en un 16% (0,5% entre los hombres).

Otro estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW Sydney), comprobó lo mismo a nivel global.

Los expertos detectan que con la crisis sanitaria provocada por el coronavirus hubo un salto abrupto en el consumo de alcohol, que afectó especialmente a las mujeres: si la tasa general de días de consumo creció en un 14%, en el caso de las mujeres llegó a un 41%, según reveló Sarah Wakeman, directora de la Iniciativa de Trastornos por Uso de Sustancias en el Hospital General de Massachusetts.

Los datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en tanto, indican que en el continente “una de cada cinco mujeres entre 25 y 44 años incrementó su consumo de alcohol, en especial si tenían a su cargo el cuidado de un bebé”.

En México, la última Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT), de 2016, registró “una suba exponencial”, del 271%, en el consumo de alcohol de las mujeres desde los noventa.

Al tratar de explicar cuáles fueron las razones que posibilitaron este aumento del consumo de alcohol entre las mujeres, los expertos consideran factores como las presiones profesionales y económicas, las necesidades de los hijos y los padres mayores, y acostumbrarse al sindrome del nido vacío y al cuerpo que envejece.

Frente a la incertidumbre que producen estos factores, beber aparece como un recurso para aflojar la tensión.

“Un hallazgo constante de los estudios epidemiológicos recientes ha sido que las medidas de consumo y de abuso de alcohol entre las mujeres han prácticamente convergido con las de los hombres, y las mujeres tienen más probabilidades de sufrir consecuencias dañinas por beber”, dijo el director del NIAAA, George Koob

En ese sentido, se comprobó que la mortalidad asociada al alcohol aumentó en Estados Unidos un 120% entre las mujeres blancas de 25 a 64 años, un 72% entre nativas y 39% entre hispanas.

Además de la pandemia, el crecimiento del marketing del alcohol dirigido a mujeres es otro factor clave para explicar este aumento del consumo, que se registró de la mano de la aparición de productos alcohólicos de bajas calorías, las bebidas de alta graduación con sabores frutados y otras innovaciones registradas en el mercado.

 

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