“La banda del adoquín”, imparable: atacó otra vez en el centro de City Bell

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Como si destrozar varios locales del centro comercial de Gonnet no les hubiera alcanzado, ahora “La banda del adoquín” volvió a atacar pero en la localidad de City Bell. En esta oportunidad, los vándalos hicieron de las suyas en una reconocida cafetería situada en la esquina de calle 13a y diagonal 93, ex 9 de Julio.

Su metodología es conocida por muchos comerciantes de la Ciudad, que deben lidiar con la inseguridad y sus terribles consecuencias: los ladrones arrojan cascotes o pedazos de hormigón para romper los accesos de vidrio y así poder actuar con absoluta impunidad.

Este último ataque se produjo durante la madrugada del pasado martes. A diferencia de los casos anteriores, en esta ocasión los autores no habrían sustraído dinero o elemento alguno dentro del local, se conformaron solamente con causar serios destrozos “por amor al arte”.

Los comerciantes, que por este tipo de hechos se sumaron al “alarmazo” que se llevó a cabo el lunes pasado, aseguran que la zona “está muy difícil”, y sostiene que “no alcanzan los móviles, ni los efectivos para cubrir tanto delito”.

Esta situación se vivió también en el centro comercial de Gonnet el domingo pasado. Tal como reflejó este diario en la edición de dicha jornada, un grupo de delincuentes asaltó tres locales ubicados sobre las calles 14 y 502. Según contaron en el lugar, los negocios en cuestión -una carnicería, una panadería y una fiambrería- habrían sido atacados cerca de las 23.15 bajo la modalidad de “tira-piedras”.

Lucas fue una de las víctimas del hecho. Es el dueño de fiambrería, quien en diálogo EL DIA contó: “Pasamos una noche difícil. Gracias a que los vecinos que advirtieron el sonido, prendieron a las alarmas y los delincuentes se dieron a la fuga”.

A su vez, mostrando una gran indignación y una clara muestra de furia por lo sucedido, afirmó: “Estos pibes si entran por un lado, salen por el otro. Este país está hecho al revés: está para ellos (los delincuentes) y no para nosotros”.

En igual sentido, Juan, propietario de la panadería, manifestó a este diario su preocupación ante el ataque: “Se llevaron solamente el cambio, que eran alrededor de 600 pesos, pero me rompieron el vidrio de la entrada con una piedra”.

“¿Cuál es el limite? ¿Hasta dónde llegamos? Es una locura que a una cuadra de la comisaría pase esto. Entran en tres comercios así como si nada. Nosotros en la puerta tenemos un ploteo que no permite ver para adentro. Vinieron directamente a buscar plata”, dijo el comerciante.

“Cuando llegamos estaban los policías. Pero después nos quedamos con el chico de la fiambrería y no pasó ni un patrullero. Los vecinos nos ayudaban y nos preguntaban si necesitábamos algo. Hoy (por el domingo) estamos planteando como solucionar el tema de los blíndex. Esperemos que al menos pongan efectivos policiales en la zona”, cerró.

En principio, todo apunta a que se trata de la misma banda de menores que actuó en Gonnet.

 

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