El día que a los 94 años apareció montando un caballo, su gran pasión

Fue a principio de junio de 2020 cuando la reina Isabel II, a sus 94 años, salió por primera vez desde el comienzo del confinamiento a montar a caballo en las inmediaciones del castillo de Windsor, según unas fotografías divulgadas por los medios británicos dónde se veía a la monarca más longeva de Europa con buen semblante y disfrutando de la gran pasión de su vida: los caballos. La soberana británica fue vista montando un poni de 14 años llamado Balmoral Fern en los terrenos que rodean la residencia oficial de la casa Real. Es en este lugar, que se encuentra a una hora de la ciudad de Londres, "The Queen" se había aislado junto con su esposo, el duque de Edimburgo, Philip de 98 años.

La reina cumplió con sus obligaciones oficiales hasta el día anterior a decretarse la Cuarentena en toda Gran Bretaña pero mantuvo a rajatablas las audiencias semanales con el entonces primer ministro, Boris Johnson, aunque en estas ocasiones se hicieron por teléfono; algo que se vio solamente interrumpido cuando Johnson estuvo internado. En esos días se habían visto imágenes dónde se ve a la soberana con un colorido pañuelo alrededor de la cabeza y un traje completo de 'tweed', guantes blancos y botas.

Isabel II también pasó su cumpleaños N° 94 (el 21 de abril) y muchos eventos de celebración respecto a esto tuvieron que ser cancelados ese año debido a la pandemia.

Las fotos difundidas por el palacio de Buckingham además de tener un claro mensaje de optimismo para la comunidad británica (que adoran a su reina), van de la mano de mostrar a Elizabeth II con la gran pasión de su vida: los caballos. “Su
Majestad ama la equitación desde la infancia y siempre ha estado involucrada en el bienestar de los caballos que posee”, ilustró el comunicado oficial del palacio en aquella oportunidad.

Algo de esto se puede ver en la gran serie de Netflix "The Crown" que relata la vida de la soberana en sus distintas etapas como miembro de la casa Windsor, donde no podía faltar el amor por los equinos y su cría.

Tal es la importancia para Elizabeth la actividad equina, que ella misma se ha puesto al frente para que la actividad (con todos los protocolos sanitarios existentes) no se interrumpa. Por eso ha intercedido para que se emitan distintos permisos para que los polistas extranjeros puedan participar de las tradicionales competiciones del Reino Unido (Queen’s Cup, British Open y Coronation Cup). Elizabeth II apeló a su influencia en el ministerio del Interior británico para que se autoricen 500 visas anuales, que beneficien a argentinos primariamente y después a australianos. Entre los argentinos en carpeta, el más renombrado era Adolfo Cambiaso.

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