El derrape que festejó Kicillof, la pelea de los radicales y la lupa sobre los votos libertarios
Edición Impresa | 22 de Enero de 2023 | 03:50

El oficialismo bonaerense pudo haber avanzado, aún sin cierta dosis de formalidad, en algunas definiciones de tipo electoral en los últimos días que acaso puedan ir marcando un sendero por donde transitar la etapa crucial que acontecerá entre abril y mayo, una parte del año en la que se presume que aparecerán certezas sobre nombres de candidatos y el perfil de las listas para la pelea por la Provincia.
Axel Kicillof habría logrado completar algún que otro casillero en su plan por ser ungido una vez más candidato. El resbalón inaugural de la liga peronista de intendentes del Conurbano liderada por el lomense Martín Insaurralde podría ser interpretada como un punto en su favor. Aquél armado pensado para condicionar las aspiraciones del mandatario postergó un lanzamiento que no tiene fecha.
La señal es fuerte porque denota que el peronismo bonaerense, o al menos quienes detentan el poder territorial a través de sus gestiones en los municipios, mantiene posiciones encontradas respecto del armado provincial. Algunos de ellos ya se han expresado en favor de la continuidad de Kicillof y esa división acaso sea el factor determinante para explicar los motivos por los que el bautismo de la liga de intendentes debió ser suspendido.
Esos tironeos se conjugan con otros movimientos en el oficialismo. Por caso, el que despunta en algunas comunas para ir insuflando volumen al operativo para instalar como candidata a Cristina Kirchner. La vicepresidenta se considera proscripta y dijo que no estará en ninguna boleta en ese año electoral, pero la difusión de sondeos aparecidos en las últimas semanas encendió luces de alerta en el Frente de Todos.
Esas encuestas exhiben que sin el nombre de la vice en la boleta, la pelea por la Gobernación asoma compleja. Esos mismos sondeos hablan de una notoria paridad entre Kicillof y Diego Santilli, el principal aspirante de Juntos por el Cambio.
En varios paredones del Conurbano volvieron a aparecer pintadas “Cristina 2023”, acaso como para reflotar la idea de tener el nombre de la vicepresidenta en la boleta bonaerense como candidata a senadora nacional o a diputada y elemento traccionador de votos necesario tanto para la disputa por la Gobernación como para las batallas que deberán dar los intendentes en sus distritos.
En Juntos por el Cambio también surgieron novedades. El radicalismo finalmente puso en la cancha a Maximiliano Abad, con el respaldo de la mayoría del partido. Se trata de una movida que parece reconocer al menos dos objetivos: mostrar a la UCR en la cancha y condicionar la futura negociación con el PRO para el caso de que ambas fuerzas deban sintetizar listas.
No es el único lanzamiento: Martín Lousteau mandó a correr por la arena de la Costa al diputado nacional Martín Tetaz como para que Abad no dispute en soledad.
Hay quienes hablan de que esos posicionamientos responden a una disputa superior. Lousteau mantiene un muy buen vínculo con Horacio Rodríguez Larreta, con quien se reunió en los últimos días en Mar del Plata, actividad que compartió con Gerardo Morales. El alcalde porteño prioriza el cierre con la UCR a través de esos dirigentes, aunque ese esquema deja afuera al Comité Provincia que justamente lidera Abad.
Esa versión se cruza con otra: la que habla de que Patricia Bullrich, que disputa la candidatura presidencial con Larreta, estaría interesada en lograr algún entendimiento con el mendocino Ernesto Sanz, de muy buen vínculo con Abad, al punto que fue uno de los dirigentes nacionales que estuvo en su lanzamiento.
La jefa del PRO buscaría con esa movida robustecer su flaca estructura bonaerense. Y el radicalismo que conduce Abad, con presencia y desarrollo territorial, surge como una presa codiciada.
Otros asuntos asoman en el debate de la oposición. Uno de ellos, cómo acercar votantes que hoy se muestran permeables al discurso libertario. La elección en la Provincia asoma muy pareja y ese nicho podría ser determinante. Una de las variantes es acercar al esquema de Juntos por el Cambio a José Luis Espert. El economista podría subirse a una Paso opositora, pero afronta el dilema de no tener un candidato presidencial que le evite quedar diluido.
Trascendió que el propio Mauricio Macri se metió en esa discusión y que comenzó a sondear si existían posibilidades de que Javier Milei compartiera candidato a gobernador con la alianza opositora. La empresa asoma muy difícil: el líder libertario no quiere formar parte de Juntos por el Cambio y el radicalismo no acepta compartir nada con Milei.
“En Juntos por el Cambio volvieron a poner la lupa sobre el caudal de votos que podrían cosechar tanto Espert como Milei”
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