Cambio geofísico: creen que el núcleo de la Tierra se detuvo y estaría girando al revés

Una investigación indica que el centro del planeta habría perdido velocidad y rotaría en sentido contrario, lo que puede acortar la duración del día e influir en el nivel del mar

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El lugar más inaccesible de la Tierra, el núcleo interno del planeta, una bola caliente y densa de hierro sólido situada a más de 5.000 kilómetros de profundidad, podría haber sufrido recientemente un cambio radical. Un equipo científico chino afirma haber constatado que su rotación se detuvo y estaría cambiando de dirección.

Esta conclusión, alcanzada a partir del análisis de decenas de terremotos, surge de un estudio publicado ayer en la revista Nature Geoscience, según la cual la variación observada en el núcleo podría tener su correlato en cambios sobre la superficie terrestre, como el campo magnético y la duración del día.

La Tierra está formada por varias capas: la corteza, el manto, el núcleo externo y el núcleo interno. Esta última capa, la más profunda, es una bola de hierro sólido algo más grande que Plutón rodeada por un núcleo externo líquido que le permite girar de forma distinta a la rotación de la propia Tierra. El giro del núcleo interno es impulsado por el campo magnético generado en el núcleo externo y equilibrado por los efectos gravitatorios del manto.

Como señalan los autores del estudio, investigadores de la Universidad de Pekín, saber cómo gira el núcleo interno sólido podría aclarar cómo interactúan las capas terrestres. Lo cierto es que tanto la velocidad de esta rotación como el hecho de si varía es objeto de debate desde hace años entre la comunidad científica internacional.

Ocurre que por su profundidad y sus condiciones extremas, el centro de la Tierra resulta inaccesible a la observación directa, por lo que no es fácil de estudiar.

A finales de los años 70, científicos soviéticos comenzaron a cavar un pozo en la península de Kola, al norte de Rusia. Tras años de trabajo llegaron hasta los 12 kilómetros de profundidad -lo máximo que se ha conseguido cavar hasta la actualidad- y debieron detenerse porque las paredes del pozo corrían el riesgo de derrumbarse por la presión.

Frente a esta dificultad, la sismología se ha convertido en un método alternativo para analizar lo que ocurre en el centro del la Tierra: los terremotos generan ondas sísmicas que se propagan por el interior del planeta y algunas atraviesan el núcleo ofreciendo información sobre él.

Tal fue el método en que se basaron Xiaodong Song y Yi Yang, los autores del estudio, quienes analizaron las ondas sísmicas de terremotos casi idénticos que han atravesado el núcleo interno de la Tierra siguiendo trayectorias similares desde la década de 1960.

De esta forma descubrieron que, desde 2009 aproximadamente, las trayectorias que antes mostraban una variación temporal significativa han experimentado pocos cambios, lo que sugiere que la rotación del núcleo interno se ha detenido.

Como señalan los investigadores chinos este fenómeno podría estar relacionado con una inversión de la rotación del núcleo interno como parte de una oscilación de siete décadas.

Los autores del estudio afirman también que esta variación se correlaciona con cambios en las observaciones geofísicas en la superficie de la Tierra, como el campo magnético y la duración del día.

En cualquier caso, la oscilación en la rotación del núcleo interno demostraría que existe una interacción entre las distintas capas de la Tierra, y los hallazgos podrían ayudar a ahondar en la comprensión de cómo los procesos profundos de la Tierra afectan a su superficie.

 

 

 

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