Pesadilla vial por las complicaciones con los micros en las diagonales

Entre las unidades de gran porte y los estacionamientos indebidos, hay numerosas dificultades para circular en distintos barrios

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Los micros y las diagonales se han transformado en una complicación vial. En las que han implementado bicisendas la situación se torna más compleja aún para el flujo vehicular. Y en algunos casos, donde se estaciona a pesar de las prohibiciones vigentes, los pasajeros terminan subiendo a los ómnibus casi en el medio del asfalto, con el riesgo que esto implica para los usuarios.

Diagonal 79, de plaza San Martín hasta 120 es uno de los casos más claros en los que los micros generan complicaciones para el tránsito vehicular. La situación se complica aún más de 60 hasta 72, donde el estrecho paso es bloqueado por las unidades de gran porte.

Muchas veces, en las paradas de micros hay vehículos estacionados, en infracción, y los micros terminan parando en el medio de la calle. Esto implica que los pasajeros suben y descienden de las unidades sobre la calle, con el riesgo que eso implica porque las motos y bicicletas intentan pasar por el lugar y en más de una oportunidad terminan atropellando a algún usuario.

Cuando coincide más de una unidad al llegar a la parada, el segundo utiliza el carril izquierdo y ahí el bloqueo para el paso vehicular es total y en algunos casos abren las puertas para el ascenso y descenso de pasajeros, generando serios riesgos para los usuarios. Esto suele ocurrir en diagonal 80, desde 38 hasta 50, aunque suele verse con mayor frecuencia desde 44 (Estación de trenes) hasta 50 (plaza San Martín).

Las complicaciones viales se potenciaron en las diagonales en las que se habilitaron las bicisendas, como el caso de diagonal 74 , desde 72 a 54- y en diagonal 79 -de 54 a 60-.

Incluso en diagonal 74 de 60 a 66 las complicaciones son mayores aún porque la diagonal es aún más estrecha y prácticamente no pueden ir dos vehículos a la par. Cuando circula un micro, directamente ese ómnibus ocupa los dos carriles por el ancho de las unidades y eso genera embotellamientos a la salida de los semáforos.

En ese contexto aparecen los reclamos de los conductores de vehículos particulares, que resaltan las dificultades que tienen que afrontar cuando circulan por las diagonales y se encuentran con los micros. Para los vecinos de diagonal 74 de 60 a 66, por ejemplo, “hay un serio problema de planificación” porque es casi imposible la convivencia de autos estacionados, micros y rodados particulares.

También los pasajeros de los micros piden algunas medidas de seguridad: “ya no se respeta la prohibición de estacionar en una parada de micros, y los ómnibus terminan en el medio de la calle, con el peligro que eso significa. Debiera haber mayores controles para esas situaciones. Todo el mundo sabe que ahí no se puede estacionar”.

Ese riesgo no sólo se observa en las diagonales, también pasa en el resto de las calles y, según aseguran los pasajeros, “muchas veces se transforma en una selva”.

 

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