El magnate Daniel Noboa sucederá al presidente Lasso en Ecuador
Edición Impresa | 16 de Octubre de 2023 | 03:43

QUITO
Escrutado el 96 por ciento de los votos de la segunda vuelta, el empresario Daniel Noboa con el 52,29 por ciento iba camino a consagrarse al cierre de esta edición como presidente electo de Ecuador, un país marcado por la violencia. Su rival, la correísta Luisa González, en tanto, obtenía 47,71 por ciento de los sufragios.
Noboa, de 35 años, será el mandatario más joven en la historia del país, y se autodefine como un defensor de la libertad de empresa y con vocación de servicio social. Cuenta con el apoyo de fuerzas de derecha y dice ser de centroizquierda.
Reservado y de pocas sonrisas, el joven empresario -cuyo padre se presentó como candidato a presidente en cinco oportunidades sin éxito- llegó de puntillas al balotaje siendo casi un desconocido en la política. Muy activo en redes sociales, Noboa propone dinamizar la economía, con facilidades de crédito para pequeñas y medianas empresas.
Su proyecto más sonado fue la creación de barcos prisiones para aislar a los presos de sus redes criminales.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Diana ATamint, al final de la jornada de votación dijo que “Ecuador ha triunfado, la democracia ha triunfado, el respeto de la voluntad popular expresada en las urnas la garantiza el Consejo Nacional Electoral”.
“Vivimos una verdadera fiesta democrática, una jornada con civismo”, aseveró y comentó que “contamos con el compromiso interinstitucional de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas... para que el Ecuador vote seguro”.
De confirmarse el resultado, Noboa reemplazará al presidente saliente Guillermo Lasso, quien convocó a elecciones anticipadas después de que en mayo disolviera la Asamblea y acortara su propio período para evitar que avanzara un juicio político que buscaba su destitución.
El nuevo mandatario gobernará durante cerca de 18 meses para completar el período de Lasso y asumirá el poder en diciembre.
EL CRIMEN ORGANIZADO, UN FLAGELO
Los ecuatorianos acudieron ayer a las urnas en un momento en que el país vive la etapa más violenta e insegura del país, asociada al crimen organizado.
Entre la esperanza de algunos de que se logre un cambio y las pocas expectativas de otros, los votantes comenzaron desde temprano a hacer fila en distintos recintos electorales, algunos de los cuales, como ocurrió en elecciones pasadas, no terminaban de instalarse a primera hora debido a que los integrantes de las juntas receptoras del voto no llegaron a tiempo. La mayor parte de centros de votación estuvieron resguardados por militares y policías.
Los comicios anticipados, que durante la mañana se desarrollaron sin inconvenientes de importancia, sepultan el mandato de Lasso, tras sólo dos años y medio de gestión en los que la violencia y los asesinatos han crecido de forma exponencial, y ponen en manos de Noboa las aspiraciones ciudadanas de recuperar la paz y enderezar la economía.
Noboa, un joven acaudalado y heredero de un magnate bananero, y Luisa González, que buscaba reinstaurar el legado de una corriente de izquierdas que estuvo en el poder diez años, se midieron en una pulseada presidencial inédita para ambos. Hasta ahora, habían tenido un rol político más bien secundario.
Tanto Noboa como González votaron con chaleco antibalas y en medio de un gran despliegue de seguridad.
Minutos antes de que abrieran las urnas, Lasso convocó al pueblo ecuatoriano para tener una jornada cívica en paz y “pensando en lo mejor para sus hijos, sus padres y el país”.
Añadió que el gobierno velará por la seguridad, la transparencia y el respeto a la voluntad popular expresada en las urnas.
En Ecuador, el voto es obligatorio para los ciudadanos entre 18 y 64 años y optativo para los adolescentes desde 16 y 17 años y los adultos mayores a 65.
La pobreza ronda el 27 por ciento en este país dolarizado, mientras la suma del desempleo y subempleo está en 26 por ciento.
Julio Ricaurte, un ingeniero de 59 años, cerca de uno de los recintos electorales del norte capitalino, señaló que “de esta elección no espero gran cosa, primero porque el presidente tendrá poco tiempo para hacer algo, y segundo porque la Asamblea en nuestro país es un organismo que impide gobernar a cualquiera que llegue al poder”.
En una primera evaluación de la jornada, el comandante de la policía, general César Zapata, destacó que ayer se produjeron dos alertas de artefactos explosivos, al norte y sur de Quito, que resultaron falsas. También dijo que habían sido detenidas 174 personas por infringir la ley seca.
El Consejo Nacional Electoral informó de un integrante de una junta de sufragios que fue detenido en estado de ebriedad y que había marcado unos 14 votos a favor de uno de los postulantes, en un pequeña población de la Amazonía.
Rosa Amaguaña, de 62 años y vendedora de frutas y verduras, destacó que “tengo esperanza que el país cambie, sí se puede, alguna cosita ha de poder hacer el próximo presidente” y aseveró que la seguridad “es lo primero que debe solucionar”, mientras que Samuel Salazar, un emprendedor de 34 años, señaló que “me encantaría que al menos un poco de lo que ofrecen en campaña, cumplan, eso sería bastante”.
El nuevo presidente gobernará sólo 18 meses, hasta mayo de 2025, que es el período que falta para completar el mandato de Lasso, tras su decisión de mayor pasado de disolver la Asamblea para evitar que termine un juicio político legislativo por un presunto caso de corrupción energética dentro de su gobierno.
González, con un 33,61 por ciento de respaldo popular, y Noboa, con el 23,47 por ciento de los votos, habían resultado ganadores de la primera vuelta electoral del pasado 20 de agosto. En esa oportunidad, se presentaron ocho candidatos presidenciales, aunque uno de ellos, Fernando Villavicencio, fue asesinado a balazos al salir de un acto político en el norte capitalino, días antes de la primera ronda y fue reemplazado por su amigo y periodista Christian Zurita.
Tras ello, los candidatos presidenciales contaron con un importante dispositivo de seguridad de la fuerza pública y usaron chalecos antibalas en todas sus apariciones públicas.
El asesinato del candidato se inscribe en una crisis de inseguridad y violencia que golpea a Ecuador desde hace tres años, ubicándolo entre los países más peligrosos de la región con una cifra récord en 2022 de 4.600 muertes violentas.
Ayer también se eligieron asambleístas nacionales para los ecuatorianos residentes en el exterior en una votación que correspondía a la primera vuelta y que debió repetirse debido a fallos en el sistema del voto electrónico. Con ello, se concluye la asignación de bancas en el Legislativo que se conforma con 137 asambleístas.
El mandatario electo gobernará sólo 18 meses, hasta completar el mandato de Lasso
La pobreza ronda el 27 por ciento en Ecuador, un país con una economía dolarizada
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