Segundo partido consecutivo donde la presencia de Carrillo resultó esencial para la alegría
Edición Impresa | 11 de Noviembre de 2023 | 05:15

Por MARTIN MENDINUETA
Siendo mucho más seductor en la primera etapa que en el complemento, Estudiantes supo cerrar un gran negocio en el norte del país.
Tres puntos bravos sumados en condición de visitante y el ingreso a la zona de clasificación para la Copa Libertadores permiten rotular la excursión a Santiago del Estero como un negocio perfecto.
Apoyado en el traslado desequilibrante de Benjamín Rollheiser, en la experiencia de Zuqui y en la categoría de Carrillo, se aprovechó de algunas limitaciones de Central Córdoba para también inyectarse un cuota desconfianza imprescindible de cara al tan esperado choque del próximo miércoles 22 ante Boca, por la Copa Argentina.
El firme carácter de Zaid Romero fue otra arista positiva en el perfil luchador del Pincha, ya que despejó mucho, tanto con los pies como con la cabeza.
EL OFICIO GOLEADOR DE GUIDO FUE CLAVE PARA MARCAR EL CAMINO
En el contexto de un capítulo inicial donde la jerarquía de Benjamín Rollheiser resultó lo más destacado, el Pincha del Barba Domínguez sacó una diferencia clave para marcar tendencia en el desarrollo de las acciones.
Ante un anfitrión disciplinado en sus desplazamientos y directo para elaborar los ataques, el León, más allá de alguna distracción en el juego aéreo, supo mostrarse erguido y ambicioso para buscar el resultado que había ido a buscar.
Sin dudas, el regreso de Guido Carrillo (ya había sido figura ante Defensa y Justicia) resultó fundamental para darle a su equipo la terminación de las jugadas; aspecto esencial para el juego de cualquier equipo. Haber recuperado a su delantero referencial completó la fisonomía de una formación que sufría una alarmante falta de eficacia en la terminación de sus elaboraciones ofensivas.
Con el atacante de Magdalena en cancha, en los últimos metros del campo la opción de finalizar la jugada mediante un centro, ahora ofrece un nivel de expectativa diferente.
TODAVÍA TÍMIDO, AXEL ATUM MOSTRÓ BUEN CRITERIO PARA ASOCIARSE
Lejos de brillar, el pibe pisó el área en la jugada que derivó en la apertura del marcador y lamentó que su disparo bajo y a colocar haya rebotado en un defensor local. Se lo observó con alguna dificultad para engancharse con mayor continuidad en la circulación de la pelota, aunque la mayoría de sus participaciones evidenciaron un sano criterio para buscar siempre a un compañero.
Fue su primer partido como titular en primera y jamás olvidará lo que vivió ayer en Santiago del Estero.
Atum mantiene el crédito abierto. Su corta edad le juega claramente a favor. Es un producto genuino de las divisiones inferiores; por ese motivo está muy bien que su crecimiento esté acompañado de una importante cuota de paciencia.
LÍNEA DE CINCO DEFENSORES Y UN PLANTEO QUE LE QUITÓ FRESCURA
Desde el primer minuto del segundo tiempo se advirtió que Estudiantes sería un equipo muy diferente. Cambió su postura y no le hizo bien. Le hizo saber al rival que su retroceso sería notorio y, al mismo tiempo, lo invitó a que se le fuera encima con sus aciertos (pocos) y carencias (varias, especialmente en la creatividad de tres cuartos de cancha). Pese a notorias limitaciones, Central Córdoba le generó un par de situaciones de peligro producto del brusco retroceso.
Es cierto que el León podría haber liquidado el pleito en el ideal mano a mano que desaprovechó Mauro Méndez. El uruguayo, que pateó hacia el cuerpo del arquero Mansilla, privó a su equipo de una cuota de estrés que lo incomodó hasta el pitazo final. Dejó pasar una oportunidad como para meter presión en su ambición por recuperar la titularidad perdida.
Está muy claro que Carrillo es el faro que ilumina el ataque Pincha.
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