Se mudó a Romero para no alquilar y ya le robaron

Fue en 167, 527 y 528, donde los escruchantes se alzaron con 400 mil pesos, 30 reales y diversos objetos de valor. Va a cercar la casa

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Hasta hace apenas dos meses, un trabajador de 32 años alquilaba una vivienda en la localidad de Lisandro Olmos. Pero por el contexto económico actual, le duplicaron el monto de la renta de esa propiedad y tomó la drástica decisión de mudarse.

En la tarde de ayer, le contó a este diario que, entonces, resolvió construirse una modesta vivienda en un incipiente barrio de la periferia de Melchor Romero, donde predomina la vegetación y prácticamente no se ven comercios.

Pero a temprana hora de la mañana de ayer, el destino le jugó una nueva mala pasada: salió de su finca y de su ausencia sacaron rédito desconocidos que, tras romper una de las aberturas, la desvalijaron.

Fue a plena luz del día y en un lapso de cuatro horas, las que el propietario del inmueble estuvo fuera de su domicilio por razones laborales.

“VI UN VIDRIO ROTO Y SANGRE”

Marcos Naber (32) es el damnificado por este episodio de inseguridad y cuando este diario se presentó en el lugar del escruche, estaba acompañado por allegados.

No obstante, tuvo la amabilidad de referirse al vandálico robo. En primer término, dio a conocer que “me fui de casa a las siete y media de la mañana, porque tenía que presentarme a trabajar y regresé a las once y media. El robo acá fue entonces dentro de esas cuatro horas”.

Reveló luego que al momento de llegar a su domicilio, de inmediato se topó frente a una evidencia extraña. Al respecto, Naber citó que “en el parque delantero de casa vi tirado un cable verde de la conexión de la luz, que al irme temprano no estaba ahí”.

Fue un indicio de lo que, tras caminar unos pocos pasos más, le confirmó su peor sospecha. “Un vidrio de la ventana de la casa estaba roto y esparcido en el piso. Entraron por ahí. Había manchas de sangre, seguramente porque al menos uno de los ladrones se habrá cortado al romper el vidrio. Adentro el desorden era importante y fui notando las cosas que me robaron”, consignó la víctima.

Al preguntársele sobre los faltantes que comprobó, detalló que “me robaron 400.000 pesos, 30 reales, un televisor de 52 pulgadas, una bicicleta mountain bike y dos cajas con herramientas con las que vengo trabajando para seguir avanzando en los trabajos de terminación de mi casa”.

No pudo disimular su fastidio, al reparar en que “da mucha bronca, porque con mucho esfuerzo vine acá a hacerme una casita porque en Olmos estaba pagando un alquiler de 50.000 pesos que me lo terminaron subiendo a 120.000. Y vinieron estos delincuentes y me robaron de esta manera”.

“VIERON A SOSPECHOSOS”

Cuando se le consultó si al irse de su vivienda había notado alguna presencia o movimiento extraño, respondió que “no, no había nadie en ese momento”.

Sin embargo, más tarde “algunos vecinos observaron que frente a mi casa había un hombre grande y dos chicos de entre 12 y 14 años, que miraban para este lado y sus presencias les resultaron llamativas”.

“Pero luego, los mismos vecinos les perdieron el rastro. Es probable que haya sido porque entraron a mi casa a robar y luego escaparon por los yuyales que hay en el fondo, donde quedaron surcos de pisadas”, agregó.

Los altos pastizales allí, motivó su intención de “proponer a los vecinos que entre todos cortemos el pasto, para que no escondan ladrones”.

 

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