Boca ganó 2-1 en Mendoza y su clasificación a la Libertadores ahora depende de otros clubes

Boca completó con un triunfo por 2-1 en Mendoza, ante Godoy Cruz, una Copa de la Liga que nunca lo tuvo como protagonista central, y aunque sin posiblidades de acceder a los cuartos de final, en representación de la Zona B, le permite alimentar la esperanza de obtener un pasaje para la Copa Libertadores 2024 a través de la Tabla Acumulada.

Tras completar el total de 14 presentaciones, el equipo que fue puesto bajo la conducción de Mariano Herrón tras la salida de Jorge Almirón está quinto en la referida clasificación, detrás de River, Talleres, Central y Godoy Cruz, pero con el peligro que le significan Estudiantes y San Lorenzo, un punto por debajo y un partido menos.

Entonces, para jugar la Libertadores del año que viene, Boca tiene que esperar los referidos encuentros y, además, estar pendiente de lo que suceda en la definición del presente torneo y de la Copa Argentina, porque podrían liberar cupos.

Primera sorpresa de la noche: la cantidad de hinchas de Boca vestidos de neutrales. Fueron más de 20.000 los que ocuparon una de las cabeceras, sin los detalles que se cuidan en este tipo de situaciones. Las banderas fueron presentadas poco menos que como se lo hace en la Bombonera, y las bengalas cuyo humo determinó la interrupción momentánea del juego completaron un panorama que sería bueno blanquear, porque lo visto certificó que en Mendoza está autorizado el ingreso de hinchas visitantes, por la AFA y los organismos de Seguridad.

El marco de gran partido, con tribunas completas, contagió a los equipos, que a pesar del estado del campo de juego, lejos del ideal, salieron dispuestos a jugar un partido de arco a arco, y en la primera llegada de Boca, una mano de Daniel Barrea que frenó un remate al arco de Marcelo Saracchi desembocó en un penal que Merentiel aseguró.

Antes de la ejecución, cuando Nicolás Ramírez, el árbitro, esperaba la confirmación del VAR, Thomas Galdames dañó el punto del penal, ante lo cual reaccionó Marcos Rojos, desencadenándose en estos términos el primer tumulto de la noche.

Tras la anotación, el conjunto Xeneize mantuvo el control de la pelota a partir de los buenos movimientos de sus volantes, en un trámite alejado de los arcos.

Una mala entrega de Rojo en la salida le facilitó a Godoy Cruz el primer ataque a fondo, por intermedio de Hernán López, quien se movilizó por la izquierda con todo a favor, aunque sin precisión en la puntada final. Y se abrió el juego en el último cuarto de hora, con un par de situaciones por lado, con buenas respuestas de Sergio “Chiquito” Romero y Diego Rodríguez.

El segundo tiempo ganaba terreno sin emociones hasta que un error de Jorge Figal, grave, porque le entregó la pelota a Hernán López cuando salió jugando libre desde el fondo, facilitó el empate del Tomba, justamente a través del sobrino de Diego Maradona, y consciente que ese resultado lo condenaba, el técnico movió el banco.

La búsqueda tuvo resultado cuando tras un córner levantado desde la izquierda, y cabezazo de Marcelo Weigandt, Figal se tomó revancha gritando el 2-1 que a Boca por lo menos le permite abrigar la esperanza de jugar la Libertadores.