La necesidad de reformar el sistema de transporte de pasajeros en la Ciudad

Resulta muy importante para la Ciudad ir recuperando, de manera gradual, un servicio urbano de transporte, del que La Plata pudo enorgullecerse hasta la pasada década del 60 cuando se contaba con la valiosa prestación de varias líneas de tranvías, tal como sigue ocurriendo hoy en muchas ciudades del mundo atendidas por estas unidades de transporte.

Se habla, por cierto, de tranvías modernizados, que se ven secundados por el eficiente servicio de ómnibus eléctricos, dotados de todos los adelantos, y asimismo de los llamados trenes de cercanía que asisten a las grandes ciudades del mundo, con servicios hacia localidades próximas.

Se trata de servicios mucho más económicos, rápidos, ecológicos y seguros para el tránsito general. Entre otras ventajas, los trenes de cercanía evitan el ingreso de miles de automóviles a los cascos céntricos.

La Plata cuenta en algunos casos con el subsistente tendido de algunas vías y, también, de las reservas por las que transitaban las formaciones, como ocurre, entre otras, con la del ferrocarril Provincial, que corría entre Meridiano V y Avellaneda y que asistía a zonas como Gorina, Los Porteños y Arturo Seguí, antes despobladas y hoy habitadas por cada día más personas.

La Ciudad está frente a un modelo posible de modernización del transporte público de pasajeros, vigente en las ciudades más importantes del mundo.

A nadie escapa que se vive en una época en la que el transporte masivo de pasajeros a través de medios ferroviarios y tranviarios ha sido reactualizado y ampliado, por las enormes ventajas económicas, ecológicas y de seguridad que ellos suponen.

Con un parque automotor cuya magnitud la Ciudad apenas puede absorber, con el resultado negativo que plantea la inseguridad en el tránsito automotor, siempre se ha ponderado desde esta columna la importancia de contar con medios masivos de transporte que sean rápidos, seguros y económicos.

Esos y otros factores justifican con creces toda experiencia que apunte a promover sistemas de transporte masivo, como el de los trenes y tranvías, que vienen a ser las únicas fórmulas posibles para facilitar un más eficaz y menos costoso traslado de personas.

Debiera originar entonces expectativas la posibilidad de que se registre en La Plata un retorno pleno hacia un esquema ferroviario del transporte.

El tránsito automotor plantea problemas cada día más graves. La Ciudad y toda nuestra región necesitan colocarse a la altura de la época y de las demandas del futuro, que ya están golpeando en las puertas.

Y en ese sentido, resultará también clave una mejor planificación en el vínculo diario con otros medios de transporte público, como colectivos, a fin de que se complementen y brinden un mayor y mejor abanico de posibilidades para los usuarios.

Pero además, resultará decisivo avanzar en un cambio de consciencia colectivo entre los vecinos, para que lentamente vayan minimizando el uso de sus vehículos particulares y se vuelquen al transporte público, en pos de descomprimir la circulación, especialmente en épocas de plena actividad.