VIDEO. Caen otros tres trapitos en el Centro de La Plata y se agudiza el conflicto con los vecinos

Las denuncias por el accionar de los mal llamados cuidacoches -que son una presencia constante en el centro platense-, han incrementado durante los últimos días a tal punto que por jornada más de un “trapito” termina detenido o demorado por la Policía.

Tal como viene reflejando EL DIA, los implicados caen tras las rejas por amenazas, extorsiones y daños al automotor que, aparentemente, son cometidas por estos sujetos cuando se ofuscan por no recibir aportes monetarios.

En este contexto durante las últimas horas otros tres “trapitos” volvieron a protagonizar un nuevo episodio marcado por la violencia. En esta oportunidad, de acuerdo al informe policial, el primer aprehendido fue un adolescente de 18 años conocido como “El Nari”.

Voceros detallaron que esta vez el hecho tuvo lugar en calle 10, entre 48 y 49. Allí, según detallaron e en el parte oficial, el acusado se encontraba “amenazando y extorsionando” a los comerciantes y vecinos de la zona con dañar a los vehículos que se encontraban estacionados. Las advertencias del implicado fueron tal, que los damnificados no dudaron en dar aviso al 911.

Fue en ese momento que efectivos policiales de la comisaría primera arribaron a escena y, tras tomar declaraciones testimoniales y observando filmaciones del acusado en diferentes días, procede a su búsqueda, logrando la correcta identificación y aprehensión del trapito apodado “El Nari”.

Por su parte el segundo detenido fue un sujeto que fue denunciado por el dueño del local “No Stop”, ubicado en 8 y 50. Según contó, le destrozó los vidrios del comercio sin ningún motivo.

Por último, el tercer implicado, fue detenido en 49 entre 4 y 5 tras una serie de amenazas a conductores que le pedía “grandes sumas de dinero” para poder estacionar.

SE PROFUNDIZA LA PROBLEMÁTICA

Como se indicó, estos sujetos que se adjudican el oficio de “trapito” son aprehendidos por pedir “sumas exorbitantes” y amenazar a automovilistas que intentan estacionar en las calles del Centro.

La actividad se encuentra alcanzada por el Código de Convivencia Ciudadana, pero -hasta ahora- parece que nadie estaría dispuesto a controlarla o, al menos, a aplicarle las multas que determina esa normativa a quienes la desarrollan.