Vecinos de La Plata amedrentados por la creciente presencia de “trapitos”: las zonas más castigadas
Edición Impresa | 3 de Marzo de 2023 | 04:26

Los vecinos de 2 a 5 y de 47 a 51 piden que se tomen urgentes medidas para erradicar la presencia de los cuidacoches ante el aumento de peleas, consumo de alcohol y amenazas a comerciantes de la zona, según contaron en el barrio.
Con el lógico pedido de preservar la identidad que genera la violenta situación, quienes viven en la zona cuentan que “la zona está siendo asolada”, como ocurre con tantas otras en las que los cuidacoches parecen los dueños de la situación: ordenan el tránsito, dan privilegios, reservan espacios para estacionar el vehículo y se ponen violentos con quienes no quieren o no pueden dejarles propina.
“Es insólito el avance de esta gente que viene del gran Buenos Aires y se instala desde la mañana y hasta pasado el mediodía, dominando el barrio como si tuvieran el aval de alguna autoridad”, resumió una de las vecinas de la playa de estacionamiento de 3, 4, 48 y 49, donde las calles que la rodean está tomada por los “trapitos”.
Los ”trapitos” se están incrementando, hay peleas, borracheras, algunos se instalan con familiares, incluso algunas criaturas. Amenazan a comerciantes y hay casos, al parecer, de ofrecimiento de protección a cambio de no romper los locales o brindar cierta seguridad. Es un descontrol la zona.
También remarcan en el barrio que en algunos casos son los clientes de los comercios que pueden sufrir ataques de los cuidacoches. “No son de acá, son de otras ciudades y como nadie les pone un límite o nadie los enfrenta, avanzan con mucha impunidad contra jóvenes, o chicos que van al club Gimnasia a practicar algún deporte, quienes sufren agresiones verbales o físicas por parte de esta gente”.
También describen que hay trapitos que “usurpan lugares vacíos, rompen autos, y de vez en cuando aparece la policía, pero no pasa nada, porque hablan un poco y los efectivos se van y siguen con su andanada.
Según apuntan los frentistas, los trapitos vienen a la Ciudad desde “Florencio Varela, Quilmes, Berazategui, hay algunos de Ensenada”.
“Tenemos mucho miedo porque no sabemos qué es lo próximo que van a hacer. Entre vecinos y comerciantes hablamos constantemente para ver qué podemos hacer ante la sensación de desprotección que vivimos constantemente”.
La actividad de cuidacoches está expresamente prohibida por diferentes normativas. “Es increíble que además del temor que generan haya que pagar el estacionamiento oficial y el blue, que es más caro aún. Y si les decís que no querés que te laven el auto ya empiezan a murmurar o mirar de mala manera, que te deja inquieto y te quedas pensando si al regresar vas a tener el auto entero o lo vas a encontrar con un rayón, un espejo menos o algún otro daño”.
Aseguran en el barrio que en algún momento habían pensado que la cercanía de la zona con el Ministerio de Seguridad provincial iba a evitar las crudas escenas que aseguran vivir en cada jornada. “Pero fue una ilusión, desde hace años que crecen en cantidad y violencia”, apuntó una mujer que lleva décadas viviendo en este barrio céntrico.
También aseguran que “se ha visto a los inspectores municipales tomar la patente de los autos para comprobar si tienen pago el estacionamiento medido y no les dicen nada a los cuidacoches, que saben los movimientos de la mayoría de la gente que para o vive en el barrio”.
Otras zonas con alta presencia de cuidacoches son las de 58 de 7 a diagonal 73; diagonal 73 de 8 a 10; 46 de 9 a 11; 8 de 44 a 45.
El problema de los cuidacoches afecta a otras ciudades bonaerenses, como Mar del Plata, donde incluso crearon un Whatsapp para denunciarlos.
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