En un giro inesperado, la chica polaca confesó que no es Maddie

Julia Wendell admitió que no es Madeleine McCann, desaparecida en 2007. Pero afirmó que podría ser otra chica raptada en 2011

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La historia de Julia Wendell, la joven que dice ser Madeleine McCann, no sólo dio la vuelta al mundo sino que, en las últimas semanas, también ocupó un lugar central en las portadas de diarios y sitios digitales a nivel internacional.

Es que la joven polaca de 21 años abrió una cuenta en Instagram para intentar demostrar que ella era la chica que desapareció en Praia da Luz, Portugal, el 3 de mayo de 2007.

En apenas unos días, Wendell logró acumular más de 1 millón de seguidores en su cuenta de redes sociales y congregó una comitiva de fans que la ayudaron a justificar su creencia. Wendell se encargó de realizar numerosas publicaciones destacando su parecido con la pequeña Maddie y su familia.

Durante estas últimas semanas, la joven se la pasó recopilando y publicando todo tipo de “pruebas” que la vinculaban con la familia McCann: fotos en las que se puede ver la similitud física, gestos, información que no entiende sobre su infancia, etc.

En varias ocasiones, Julia señaló que sospechaba que era Maddie por la falta de información que tiene sobre su infancia, así como por la negativa de sus padres adoptivos a responder ciertas preguntas, hacerle una prueba de ADN o darle un certificado de nacimiento, entre otras cosas.

Sin embargo, la policía polaca y la británica cerraron la investigación diciendo que Wendell no es la niña desaparecida en 2007, y le cancelaron su cuenta de Instagram, donde publicaba sus supuestas pruebas de que era Maddie, por fraude.

En primer término, las autoridades desmintieron que Julia, de 21 años, fuera Maddie, dado que la pequeña desaparecida en Portugal tendría actualmente 19 años. Además, tras comparar las imágenes de ambas caras con la herramienta de Inteligencia Artificial Stable Diffusion, se llegó a la conclusión de que había diferencias en la zona de la barbilla y los ojos.

No hay que perder de vista que, en otras oportunidades, varias chicas aseguraron ser la nena británica. Las investigaciones terminaron por desmentirlas a todas.

En este marco, la joven polaca cambió su versión y la causa dio un giro. Nadie la apoyó en su entorno, salvo su representante legal, Fia Johansson, una médium e investigadora privada que la acompañó durante todo el proceso. Wendell admitió que quizás no es McCann, y la vidente afirmó que Julia “podría ser otra niña desaparecida y raptada”. Johansson dijo tener “evidencias” de que su madre “esconde algo” ya que “obligó a toda la familia a negarse a hacer una prueba de ADN” y que intentó “coimear al psiquiatra” que trata a la joven.

Esa otra niña desaparecida sería Livia Schepp, una menor de 6 años y nacionalidad suiza, quien fue raptada de su casa junto a su hermana gemela Alessia, en enero de 2011.

“Nos comunicamos con un pariente de Livia que preguntó si Julia estaba dispuesta a hacerse una prueba de ADN, porque la familia sólo quiere asegurarse de que ella no es Livia”, dijo la representante Johansson.

 

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