La dura interna del PRO genera dudas sobre el futuro de Juntos por el Cambio
Edición Impresa | 18 de Abril de 2023 | 04:49

Mariano Pérez de Eulate
mpeulate@eldia.com
Juntos por el Cambio cruje. En rigor, lo que cruje es el PRO, uno de los socios principales de la alianza opositora. La decisión de Horacio Rodríguez Larreta de disputarle el liderazgo amarillo a Mauricio Macri activó una pelea que todo el mundillo político veía como inevitable. Pero lo que también generó ese choque es el blanqueo de las diferencias conceptuales profundas entre todos los protagonistas, que en definitiva generan el tironeo intestino y abren interrogantes.
Desde que se bajó de la carrera presidencial y Larreta plantó bandera propia, Macri aparece como un talibán del supuesto purismo amarillo, un cultor casi caprichoso de la idea de que el PRO -al que consideraría un patrimonio personal- tiene que virar hacia la derecha ideológica, en especial en materia económica, algo que en verdad él nunca aplicó cuando fue presidente de los argentinos.
Es uno de los ítems que hoy lo separan del alcalde porteño, hasta ahora un militante del centrismo y la moderación, de los socios radicales y de Elisa Carrió, fundadora de Juntos por el Cambio.
La declaración de Carrió
Hábil para leer los tiempos, Lilita dijo por televisión lo que piensan los larretistas y los radicales por estas horas: que Macri obturó su visión política, que ahora abona la tesis de que en octubre la sociedad elegirá extremos y que por eso cree que hay que aliarse de alguna manera al libertario en ascenso Javier Milei.
“El problema de la oposición es que Mauricio no quiere estar en Juntos por el Cambio. Él no quiere estar con el radicalismo ni con la Coalición Cívica. Lo dijo: quiere estar con Milei”, disparó Carrió en una entrevista con el canal LN+.
Lo que dijo Lilita, en efecto, es lo que supuestamente Macri ha hablado en la intimidad: la necesidad de la reformulación de Juntos, acaso la disolución de la principal coalición opositora tal como se la conoce hasta ahora. Dicho así, con un gobierno peronista en franco descenso y la posibilidad cierta de volver al poder, suena como pegarse un tiro en el pie.
Una alta fuente mauricista le dijo a este diario que en el entorno del ex presidente se ha hablado de un escenario de Primarias Abiertas entre Patricia Bullrich, un supuesto halcón en la vida interna del PRO, y Javier Milei. Eso excluye, en efecto, a la UCR y a la Coalición Cívica. Y a Larreta, obviamente. Así, todos esos actores quedarían en una vereda opuesta. No queda claro en base a qué elemento objetivo Macri piensa que esa nueva alianza sería más potente que la unión férrea de la actual Juntos por el Cambio.
La idea de Milei
El propio Milei dijo lo mismo que se escucha cerca de Macri en una entrevista con Radio Rivadavia: “Estamos a tiempo de crear un partido e ir a una interna con Patricia Bullrich, el que gana conduce y el que pierde acompaña. Sería darle una solución más pura”, aseguró el hombre del peinado raro. Todo el PRO moderado creyó leer en esos dichos la letra de Mauricio.
Contrariamente a lo que creen los duros del macrismo que pasará en las elecciones, Rodríguez Larreta asegura intramuros que tiene medido que existe una respetable franja de votantes que en octubre buscará “racionalidad”. Liderazgos sin locuras. Tiene pensada una campaña para ese universo. Pero antes siguió los consejos de sus estrategas electorales, expertos internacionales que lo aconsejaron: “Nada será posible sin romper con Macri”. Es lo que hizo cuando anunció las elecciones “concurrentes” en la Ciudad de Buenos Aires sin consultar antes con su ex jefe.
En teoría, Bullrich sintoniza con la prédica de Macri respecto a la necesidad de dejar de lado la “tibieza” y, supuestamente, en la simpatía por Milei. Pero no sería tan simple. En el búnker de la ex ministra de Seguridad se estaría evaluando la conveniencia de buscar una cierta estrategia para despegarse un poco de la tutela del ex presidente. Sin alejarse del todo porque pretende beneficiarse con el renunciamiento de Mauricio a la carrera presidencial.
Una muestra de esto es lo que le dijo Bullrich a sitio web de TN, cuando le preguntaron por la idea milenista (¿mauricista?) de armar un frente nuevo: “Soy de Juntos por el Cambio; punto final”.
Un límite para los radicales
Bullrich tiene algo muy en claro: Milei es un límite para los radicales. Lo detestan. Ella está cultivando una relación con un grupo de la UCR, los mendocinos como Alfredo Cornejo, Rodolfo Suárez y Ernesto Sanz (internamente le dicen el “Grupo Malbec”), y el correntino Gustavo Valdez. Sabe que esa sintonía robustece su figura como pre-candidata en la dinámica de Juntos; que así tiene una carta para empardar con Rodríguez Larreta, más cercano al jujeño Gerardo Morales -presidente de la UCR- y al sector Evolución, de Martín Lousteau.
A priori, Bullrich no parecería dispuesta a arriesgar este principio de entendimiento que podría traducirse en una fórmula conjunta a la presidencia. Pero, paralelamente, sabe que disputa con Milei el voto más duro antikirchnerista, ese que le exige dureza dentro de la dureza. Es un dilema a resolver para la ex ministra.
Sorprendió ayer María Eugenia Vidal aportando una idea cuya autoría, en verdad, fue puesta en duda por todo el arco amarillo. En un reportaje radial la diputada, que se auto percibe como candidata a presidenta, dijo: “Yo creo que el PRO tiene que bajar todas las candidaturas, a todos los cargos, y volver a empezar. Y pensar cuál es la mejor oferta que le tiene que hacer a los argentinos en la provincia, en la ciudad y en el país”. Bombazo. Idea disruptiva.
¿Fue acordado con el ex presidente Macri, que ha fogoneado su postulación para molestar a Larreta, el ex mentor de Vidal? ¿Porqué Bullrich y el alcalde porteño aceptarían eso? ¿Es un anticipo de lo que será su renuncia a competir por la presidencia, mientras su nombre suena como prenda de unidad para candidata de PRO a la jefatura porteña si se cae la postulación de Jorge Macri por la vía judicial? Misterios del mundo amarillo.
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