A lo Jacobson: los herederos de Pinky se “matan” por los bienes

Al igual que lo que sucede entre las hijas del periodista, la familia de la recordada conductora mantiene una interna feroz por la herencia

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Si en el caso del clan Jacobson el conflicto pasa entre las herederas directas, las tres hijas del recordado periodista, en el de Pinky (fallecida en diciembre pasado), los tironeos se suscitan entre su hijo Gastón y los tres nietos de parte de su otro hijo, Leonardo, fallecido en 2019. Aunque los chicos, que son todos mayores de edad, prefirieron no hablar en público, sí lo hizo su madre, Mercedes, ex nuera de Lidia Satragno.

“Básicamente, no está pasando nada. Mis hijos iniciaron la sucesión, que es lo que corresponde”, aseguró Mercedes, abordada por “A la tarde”, en donde hicieron público el conflicto familiar.

Consultada por su vínculo con Gastón, dijo escuetamente que “es el tío de mis hijos”, y evitó referirse a un rumor que indicaba que hace un tiempo, luego de una venta de un terreno de Pinky en Mar del Plata por 200 mil dólares, su tío le habría dado 2000 dólares a cada uno de sus tres sobrinos.

“De eso no puedo decirte nada porque nosotros no podíamos sacar provecho de nada, de hecho, yo estoy divorciada de Leo y en el momento en el que lo hago renuncio a todo. Sí me parece justo que mis hijos reclamen lo que les corresponde, nada más. Mis hijos laburan como yo, que hace 21 años que laburo en el mismo lugar, y lo hacen de lo que pinta”, dijo Mercedes y salió en defensa de sus hijos: “No sacan provecho de esto como se vino diciendo, mis hijos no son unos aprovechados”.

También habló Gastón, indignado con “A la tarde”, programa que, según él, inventó una versión de conflicto que no sería tal. “¿Por qué tengo que bancarme que ensucien a mí, a mi madre y a mis sobrinos? Somos gente de bien, nos podemos equivocar, ellos me pueden reclamar o no, pero es un problema nuestro. Está la ley para eso. Y cada uno puede reclamar lo que piensa que hay que reclamar. No hay una gran conspiración, no somos buitres agazapados para quedarnos con lo que mi mamá ganó rompiéndose el traste laburando toda su vida”, dijo en diálogo con La Nación.

Gastón, que aseguró que no hay “herencia millonaria”, dejó entrever que hay puntos en desacuerdo con sus sobrinos pero que no hay malas intenciones de su parte: “Ellos están en todo su derecho a pedir lo que quieran, como yo tengo el derecho a defenderme. O al revés. A mí no me preocupa el dinero, amo a mis sobrinos y nunca tomaría ventaja sobre ellos. Me puedo equivocar, como cualquier ser humano, pero mis intenciones hacia ellos siempre van a ser buenas, y no sólo por ellos, sino también por lo que sentí por mi hermano”.

 

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