Gimnasia: incidentes y hasta un “juicio oral” en la noche copera de Bogotá

La dirigencia se sintió indefensa y destratada por sus pares del Santa Fe. Enrique y Trípodi debieron declarar en el estadio

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Gimnasia no fue bien recibido en El Campín. Quizá la previa no pareció generar una gran expectativa en los hinchas, pero apenas pisó el Lobo el Nemesio Camacho los pequeños detalles el final. Nada de que asustarse en noches de copa del fútbol sudamericano, pero contrario a todo lo que se pregona, exige y sanciona desde la Conmebol.

Ningún dirigente del club “cardenal” se presentó a a sus pares de Gimnasia, a quienes en el segundo tiempo les invadieron un palco. Al margen de los insultos constantes y los golpes al vidrio del palco en los goles del Santa Fe. Hasta ahí, mal, pero previsible en esta parte del mundo donde el visitante es casi un enemigo más que un huésped. La seguridad brilló por su ausencia, en ningún momento se acercaron a quienes acompañaban a la delegación albiazul.

Con el clima que se fue caldeando con el paso de los minutos (incluso, la platea frenó un cambio cuando Hárold Rivera quiso sacar al 10, José Enamorado), arreciaron los insultos contra los argentinos y con el pitazo final del ecuatoriano Guillermo Guerrero, todo se desmadró. Algún jugador tripero quiso salir del campo de juego por un lugar equivocado, fue maltratado por alguien del club local y eso provocó la reacción de sus compañeros. En un momento, alguien con identificación del club local, que incluso había estado en la organización del evento, golpeó con una patada a Guillermo Enrique y la discusión pasó a mayores, con la intervención de la policía local, forcejeos y más de un golpe.

Al filo de la medianoche santafereña, en una de las oficinas del estadio, la alcaldía de Bogotá hizo una especie de “juicio oral” sin posibilidad de defensa externa a Guillermo Enrique y Emanuel Trípodi, uno de los ayudantes de campo de Sebastián Romero. El exarquero de Quilmes se defendió muy bien, le dieron la apelación por válida y le quitaron la sanción. A Enrique, en tanto, le correspondería algún tipo de multa pero no tendrá consecuencias judiciales.

Por estas horas, la dirigencia gimnasista analiza algún tipo de comunicación más allá de que trabajan en la presentación de un alegato a la Conmebol. La bronca de toda la delegación fue manifiesta, en particular por los requisitos que hay que cumplir cada vez que Gimnasia es anfitrión en el Bosque. ¿Cómo terminó la noche? Con los empleados de Independiente Santa Fe intentando que la delegación de dirigentes y allegados mens sana dejasen libre la vereda en la que esperaban por los vehículos para trasladarse hacia el aeropuerto El Dorado. Destrato absoluto y un papelón organizativo del club colombiano.

 

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