Retegui arruinó lo que era fiesta, pero las atajadas de Durso merecen ser reconocidas

Mammini, que dejó la piel en cada intervención, también fue ovacionado. La igualdad dolió, pero el Lobo ratificó su repunte y eso debe importar

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Por MARTIN MENDINUETA

@firmamendinueta

En una tarde repleta de matices, donde otro gol cercano al final (como le ocurrió en Bogotá por la Copa Sudamericana) le provocó mucha bronca, Gimnasia supo jugar ante un equipo bien trabajado como es Tigre y, pese a no haber podido ganar, se llevó algunas conclusiones positivas que lo ayudarán para seguir transitando semejante exigencia competitiva.

Si el empate conseguido por Mateo Retegui hubiera llegado diez minutos antes (cuando Gimnasia parecía tener controlado a su oponente) el escenario emocional hubiese cambiado muchísimo. Tigre había generado varias situaciones de peligro en el primer tiempo y merecía llevarse algo del Bosque, pero el hecho de haberlo logrado en el minuto cincuenta del segundo tiempo, dejó un sabor amargo que no debiera empañar las nítidas conclusiones que dejó la actuación mens sana.

Sebastián Romero (sin Leonardo Morales en la última línea) deberá esforzarse para que su equipo defienda mejor; aunque ayer se llevó un par de notables actuaciones individuales sobre las cuales debe sentir una satisfacción especial.

 

Ivo Mammini lleva convertidos 2 goles y los hinchas piden que Chirola lo deje en el equipo titular

 

Los desempeños de Tomás Durso (el mejor jugador del partido) y de Ivo Mammini, quien dejó el alma y la piel en cada una de sus intervenciones, deben ser reconocidas como situaciones de altísimo valor para seguir afrontando un torneo por demás exigente.

Lo importante para el proceso que decidieron encarar en bloque la comisión directiva y el cuerpo técnico es que Gimnasia está “arriba del ring y peleando” con mucha hidalguía.

Con una formación titular base, que está esperando los regresos de Morales y Tarragona, ya no hay temor de verlo arrastrado haciendo un papelón. Al contrario, está cada vez más fuerte en su semblante colectivo, con un espíritu solidario que se percibe en la predisposición de todos sus jugadores y, sobre todo, convencido de que, más allá de angustias que deberá superar, tiene elementos válidos como para llegar “a la orilla” de mitad de año sin más heridas que algunos rasguños.

El corazón tripero hoy vive agitado. Gana, pierde y ahora también empata transitando por circunstancias bravas que sus hinchas difícilmente puedan olvidar.

Este primer semestre tiene la silueta de una montaña rusa donde la velocidad es altísima y el vértigo, imposible de disimular.

DURSO, RESPONDIENDO CON MUCHA EFICACIA, COSECHÓ JUSTOS ELOGIOS

En un capítulo inicial donde al anfitrión le costó generar buenos ataques, la garantía estuvo en el arco.

Una, dos, tres, cuatro... varias fueron las atajadas de quien acaba de renovar contrato con la institución.

Si Gimnasia hubiera ganado, Durso hubiese tenido un fin de semana espectacular. No es justo que no lo disfrute. A pesar del dolor por el gol que recibió muy cerca del pitazo final, el arquero titular (recién se está acostumbrando a semejante privilegio y a tan grande responsabilidad) redondeó su mejor actuación y, seguramente, bajó drásticamente el volumen de las críticas que lo tenían como blanco.

Ágil y siempre atento a la acción que se está desarrollando, Durso va creciendo en su nivel de eficacia.

MAMMINI ES UN TORO QUE JAMÁS SE ENTREGA Y ESO SEDUCE AL HINCHA

Ivo, en su primera tarde como titular en el Bosque, provocó ráfagas de aplausos absolutamente merecidos.

El pibe es un “toro que jamás deja de luchar” y, además, tiene algunos recursos técnicos que lo avalan. Ya anotó dos goles de cabeza (uno más lindo que el otro) y parece no haber sido producto de la casualidad.

 

Tomás Durso está creciendo partido a partido. Se está acostumbrando a ser dueño del arco

 

La sinfonía de cariño que escuchó cuando fue reemplazado debe estar entre las sensaciones más lindas que ha vivido desde que defiende la camiseta azul y blanca.

La doble agenda seguirá tensando la cuerda de las energías y, por eso, será fundamental que sigan apareciendo rendimientos valiosos.

Miramón, Lescano, Felipe Sánchez, Durso y Mammini ya forman parte del vocabulario habitual de los hinchas. Los pibes están dejando una huella más que interesante. Crecen minuto a minuto. Se equivocan y aprenden lecciones todo el tiempo. Así es la montaña rusa donde está Gimnasia. Mientras tanto, las fechas pasan, está parado en la mitad del torneo y cuando repasa lo hecho, multiplica sus ganas de seguir luchando.

 

Gimnasia

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