Ya circula el billete de $2.000 y llega a los bancos en medio de la inflación

El Central dijo que ya circula el dinero de mayor denominación, pero los bancos aún lo esperan. Con la suba del costo de vida, ahora tiene un valor de un poco más de US$4

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El Banco Central (BCRA) anunció ayer la puesta en circulación del billete de $2000, cuya distribución había aprobado el pasado 3 de febrero. Entonces, el costo de vida corría a un ritmo mensual del 6% y el papel con la imagen del Instituto Malbrán, de la doctora Cecilia Grierson y del doctor Ramón Carrillo equivalía a unos 5 dólares (a precio blue); ahora la inflación marcha al 8,4% y $2.000 no son más que 4 dólares.

En poco más de tres meses, la suba de precios y la devaluación de la moneda fueron limando el poder de compra del billete de mayor denominación de la Argentina que, por lo demás, todavía no ha llegado a los bancos. En las entidades, según trascendió, no lo esperan para antes de junio.

Y es que, según advierten expertos en innovación y medios de pago, cuando aparece una nueva denominación de cara a los cajeros automáticos, esto tiene dos partes: una, que tiene que ver con las extracciones de dinero, y otra, con los depósitos.

“Para la parte de las extracciones, generalmente los billetes van a los bancos, no a las redes, ni a Link, ni a Banelco Prisma, sino que los tienen los bancos y por supuesto las transportadoras de caudales. Ahí lo que se tiene que hacer es configurar las caseteras de los cajeros automáticos para identificar que hay un billete de nueva denominación. Una vez que están los billetes y eso está configurado, que es bastante rápido de hacer, ahí ya se pueden empezar a utilizar”, explicaron fuentes del sector.

La parte de los depósitos es la que normalmente lleva un poco más de tiempo porque cualquier billete de nueva denominación tiene características técnicas que tienen que ser reconocidas por los cajeros automáticos para determinar que es un billete auténtico.

“Cuando están esas dos cosas, ahí ya entra en circuito normal la medida, siempre que los billetes estén disponibles”, completaron fuentes bancarias.

En tanto, un comunicado del Banco Central destacó: “Mientras avanza el proceso de digitalización de los pagos, este billete de mayor denominación permitirá mejorar el funcionamiento de los cajeros automáticos y al mismo tiempo optimizar el traslado del efectivo”.

Lo cierto es que la salida del nuevo billete fue una imposición de la realidad.

Dada la alta inflación, el billete de mayor denominación que circula hoy en el país (el de $1.000) ya era el de menor valor medido en dólares estadounidenses de la región. Y hoy vale aún menos: equivale a US$4,087 si se lo mide contra el dólar minorista del Banco Central, que cotiza a $244,62 (si bien es inaccesible para los particulares); a US$2,15 (al tipo de cambio MEP), a US$2,03 (al CCL) o US$2,05 (al blue).

Además, distintas entidades habían reclamado por los problemas y sobrecostos logísticos que provocaba el hecho de no contar con billetes de mayor denominación de $2.000, $5.000 y $10.000 para abaratar costos logísticos y poder operar con mayor seguridad.

Por caso, la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba) ya había advertido su “preocupación por la cantidad de billetes circulantes”, al tiempo que destacó que su traslado genera gastos y situaciones de inseguridad, y solicitó aumentar la denominación de los papeles.

En Fecoba observaron también “la complejidad que afronta el comercio en la administración de un volumen de billetes cada vez mayor”. Pues, apuntaron, “transportar, movilizar, extraer cada vez más cantidad de billetes, además de generar complicaciones y gastos, provoca situaciones de inseguridad cada vez más frecuentes”.

 

billete
2 mil pesos

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