Otro fallo polémico que fastidió a jugadores, técnicos e hinchas
Edición Impresa | 5 de Mayo de 2023 | 05:35

“La Conmebol se va a la p... que lo parió...”. El grito de guerra de los hinchas de Gimnasia después que el árbitro ecuatoriano Quiroz sancionara penal para Goiás en el arranque del segundo tiempo y luego de revisar la jugada más de 6 minutos.
De esta manera ese fallo (y los que vendrían luego) se sumaron al penal que a los 40 minutos del segundo tiempo le sancionaron a favor a Universitario de Perú en el primer partido jugado en La Plata: una mano a Miramón cuando el volante estaba de espaldas a la jugada.
Anoche todo comenzó con un pelotazo frontal y un asistencia de Vinicius que encontró adelantada a la defensa de Gimnasia. Se la llevó Julián Palacios que se llevó la pelota 10 metros ante la corrida desde atrás de Mastrángelo y Fernández. El primero de ellos le puso un brazo sobre su hombro cuando el exSan Lorenzo ya estaba volando al piso. El árbitro cobró penal pero le advirtieron del VAR que había que revisar la jugada. Eso hicieron, primero con el posible off side y luego con la infracción. Y luego con la roja directa por posible último hombre al central juvenil, una sanción que ya no corre más, independientemente de que no existió la falta.
Esa jugada, que marcó un quiebre en el partido, fue cambiada por gol por Vinicius, con un remate fuerte y al palo derecho de Nelson Insfrán. Dato: hubo invasión de zona pero no intercedió en el juego el infractor.
Como si no hubiera sido poco lo anteriormente mencionado, a falta de 9 minutos el mismo árbitro sancionó otro penal en favor del equipo brasileño. Fue a los 36 minutos cuando Matheu Peixoto encaró por la banda derecha a Tomás Fernández, cuando Gimnasia todavía estaba en partido, presionaba y tres cuatro titulares ya estaban adentro de la cancha.
El jugador brasileño ganó la posición y cuando se disponía a encarar para el arco se dejó caer, ante una mínima sujeción del lateral del Lobo. Aunque la jugada lejísimos estuvo de ser violenta el ecuatoriano no dudó en sancionar penal y no hubo tanta queja de parte de los jugadores locales, ya resignados por tantos fallos adversos en su contra.
Recién en el final los hinchas volvieron con su cántico de guerra contra la Conmebol, que en la última semana perjudicó bastante a los equipos argentinos, a River contra Fluminense, un poco a Racing ante Flamengo y de paso a Estudiantes con un penal no sancionado en perjuicio de Mauro Boselli.
Y llegó la última jugada: remate en el brazo derecho de Sidimar en el minuto 46,con ocho por jugarse. El árbitro pitó penal pero el VAR la llamó para revisarlo y tras un minuto dio marcha atrás y hasta le retiró la amarilla al jugador brasileño.
Con mucha bronca se fueron los hinchas, que encima recibieron un sillazo de una persona vestida de traje que estaba detrás de los carteles en la tribuna del Bosque que sería encargado de seguridad. Un tema que traerá mucha tela para cortar. Se avecina una dura sanción para Gimnasia, que anoche volvió a ser perjudicado.
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