Una banda que se pasea por la Ciudad, desembarcó en una casa de Ringuelet

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La gente tiene miedo ante tanta inseguridad. Y mucho más cuando surge la sospecha de una mano negra detrás de un robo.

Esta nueva historia de inseguridad nos lleva hasta la localidad de Ringuelet, donde en horas del mediodía de ayer una banda se metió en una vivienda de la calle 2 bis entre 518 y 519, luego de voltear el portón del garaje con un auto gris. El mismo que quedó filmado por un ataque reciente en Villa Elvira.

En este caso, como su accionar quedó expuesto ante los vecinos, el golpe duró unos 5 minutos, pero fue suficiente para que los ladrones se apoderaran de todos los ahorros de una familia.

“Sabían dónde estaba la plata, eso nos llamó mucho la atención. Lo mismo que nos dijeron en el barrio. Que vieron al auto de los delincuentes parado al lado de un patrullero cerca de mi casa. Nosotros fuimos a la comisaría a radicar la denuncia y nos dijeron que por el seguimiento satelital ningún móvil estaba en la zona. Todo muy raro. Incluso hay un video con ese misterioso encuentro”, expresó María, empleada del hospital San Roque de Gonnet.

A decir de la mujer, los autores del violento ataque se movilizaban en un Focus de color gris, que después apareció abandonado en las inmediaciones.

“Lo vieron los vecinos, que pensaron que había ocurrido un accidente, cuando un coche derribó nuestro portón. Pero apenas se acercaron, los apuntaron con armas y les dijeron que se vayan”, mencionó.

Como se dijo, se trataría del mismo grupo delictivo que el domingo al mediodía arruinó un almuerzo familiar en una propiedad de 80 entre 115 y 116.

Ese coche quedó registrado por las cámaras de seguridad, pero no pudo ser ubicado por la Policía. Tanto que siguieron de raid y en la jornada de ayer lo emplearon como ariete para el desembarco.

María, apenada, contó que su marido tiene una agencia de autos en La Loma, en la que también hace poco sufrió un grave episodio de inseguridad.

La mujer, por último, comentó que los delincuentes cayeron en su domicilio a las 10 de la mañana con la falsa excusa de la entrega de un paquete. Pero como nadie les abrió, se fueron y un par de horas más tarde, cuando no había nadie en casa, regresaron.

 

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