La cancha sintió el rigor de los partidos y no estuvo a la altura

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El terreno de juego del Diego Armando Maradona de nuestra ciudad sufrió el peso de una larga serie de partidos, y en consecuencia, la final del Mundial Sub-20, entre Uruguay e Italia, se disputó sobre una superficie que no estuvo a la altura.

Desde cualquier lugar del estadio se pudo observar lo desparejo que estuvo el césped, con sectores afectados por algunos pozos. El color gris, esa mezcla entre arena y tierra, predominó sobre el “verde césped” que necesitó del ingreso de trabajadores para tapar huecos antes de la final y durante el entretiempo.

 

 

 

Mundial Sub-20

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