Comerciantes y vecinos buscan auxilio por “trapitos” en 137 y 66

Denuncian situaciones de violencia en un punto neurálgico. Llevaron a la comisaría una presentación con centenares de firmas

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Al mapa de los problemas por los que se señala a los “cuidacoches” se suma el centro de Los Hornos, según una denuncia de la asociación de comerciantes de esa localidad en la que se señalan presuntos episodios de amenazas, extorsión y daños frente a sus locales, en uno de los tramos principales de la avenida 137.

Los comerciantes y vecinos decidieron pedir el auxilio de la Policía y la Justicia por lo que se describe como una dramática situación que viven a diario con los denominados “trapitos” en las inmediaciones del principal paseo comercial.

Según indicaron, en el último tiempo el sector se convirtió en escenario de episodios de extorsión, amenazas y múltiples hechos de violencia.

Así lo cuentan por estos días y a la vez quedó expuesto ante la comisaría tercera, situada en esa misma avenida 137, entre 60 y 61, tras reunir más de 300 firmas de a raíz del contexto de “violencia y desorden” que, según sostienen, se reproduce de un tiempo a esta parte y que parece no tener fin.

En el planteo conjunto fue presentado en la seccional policial, a través de la Asociación Comercial Los Hornos (ACLHO).

La entidad, expuso que “socios, comerciantes y vecinos venimos a denunciar que desde hace un tiempo a la fecha estamos sufriendo el flagelo de ‘trapitos’”.

En el texto apuntaron que los cuidacoches y limpiavidrios “hacen imposible la convivencia pacífica en la esquina de las calles 137 y 66”.

“Todos, en pequeña o gran medida, hemos sufrido: amenazas, intimidaciones, extorsiones, violencia, improperios hacia mujeres transeúntes y presenciando actos de violencia”, enumeraron.

Sobre los hechos detallados, aseguraron que “todo comienza a la tarde, donde hay uno o dos limpiadores de vidrios, pero entrada la noche se aglutinan más personas y con el consumo de alcohol y otras sustancias la convivencia se hace insostenible, se ponen muy violentos y hacen necesidades de todo tipo en la rambla, en las entradas de las casas y negocios”.

Los denunciantes sostuvieron que “hemos presentado la denuncia por esos motivos, ya que no queremos coartar la fuente de trabajo a nadie, pero si poder vivir en paz y en orden”.

La esquina de 137 y 66 es uno de los puntos principales y parte del eje hacia 70 y 60 del punto neurálgico del comercio para la localidad de alrededor de 120 mil habitantes.

La denuncia en esa zona, se agrega a otras quejas de los últimos días que señalan la calle 42 de 10 a 13 y alrededores.

Se sostiene que cerca de las 7,30 de la mañana, de lunes a viernes, los “trapitos” se ocupan de buscar y hacer lugares para que los conductores dejen sus rodados en una zona que no es alcanzada por el estacionamiento medido.

El paisaje cambió en las últimas semanas, cuando aparecieron los pedidos de dinero y el control de los espacios de uso libre.

En más de una oportunidad, aseguran en el área, el trato es violento si el dueño del rodado no accede al pedido de “propina a voluntad” y no son pocos los conductores que tras el tenso diálogo deciden abandonar la zona.

En esa zona hay comercios, organismos públicos, centros de salud y escuelas. Con todo, es intenso el tránsito vehicular.

Según se pudo saber, la faena de los “trapitos” puede extenderse hasta pasadas las 14. Luego dejan el lugar.

Esa franja horaria, entre las 7.30 y la primera hora de la tarde, es la que se maneja en la mayoría de los sectores en los que han extendido su presencia y pretenden naturalizarla aunque la actividad no esté permitida.

En el barrio tienen temor porque es una zona donde hay distintos departamentos y casas particulares, por lo que en más de una oportunidad hubo fuertes roces entre los cuidacoches y frentistas.

 

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