Un árbitro de fútbol sufrió una agresión en Ensenada

Lamentablemente las muestras de violencia social no frenan. Y en el ámbito del fútbol local sobran ejemplos de la intolerancia que existe ante una frustración deportiva, un error o cualquier otra cuestión, por insignificante que sea.

En las distintas divisionales que se disputan en la Región, cada tanto se conocen episodios graves. Como el que acaba de denunciar un árbitro de un partido de la categoría Senior en Ensenada.

Según la exposición en sede policial, el encuentro que disputaban los equipos de Mosconi y Piria no pudo terminar, porque a los 15 minutos del primer tiempo decidió echar a un futbolista del conjunto visitante y se armó feo.

En medio de las habituales bravuconadas que se ven en las canchas, el jugador que recibió la tarjeta roja empezó a insultar al referí. Y cuando este intentaba calmarlo y, justificaba su decisión, apareció un extraño en el campo, que le pegó un cabezazo en el rostro.

Producto del artero ataque, el árbitro sufrió una lesión en su tabique nasal y comenzó a emanar abundante sangre, por lo que debió ser asistido por quienes estaban en el lugar.

Los voceros mencionaron que el denunciante pudo reconocer al autor del cabezazo como alguien que vestía las prendas del club Piria y que sería un futbolista de esa institución.

Lo que no se conoció si pertenecía a otra categoría o si no había podido ser de la partida por alguna razón reglamentaria.

Seguramente, el árbitro tuvo que acudir a un centro asistencial para determinar si sufrió una fractura e incluso el desplazamiento del tabique, lo que podría motivar incluso una intervención quirúrgica.

En esta instancia, al margen de lo deportivo y, la sanción ejemplificadora que deberían aplicarle el responsable del hecho, está la causa penal, en la que se deberá graduar las lesiones para saber si el ofendido insta o no la acción.