Follamigos, friends with benefits, amigovios

Edición Impresa

Por IRENE BIANCHI

irenebeatrizbianchi@hotmail.com / @irenebianchi

¿Y? ¿Cómo lo festejaron?

¿Qué cosa?

El Día de la Amistad.

¿Cuál amistad?

No entiendo. ¿Cómo cuál?

Claro! ¿Con o sin?

¿Con o sin qué, Zulma? ¡Me volvés loca! ¡Basta de misterios!

Amistad con derechos. “Friends with benefits”, dicen los yanquis.

¿Derechos? ¿Qué tipo de derechos?

Derecho a roce. “Follamigos” los llaman. Amigovios. 

¡No, no, no! Si hay roce, es otra cosa. Ya no es amistad.

¡Qué estructurada, che! ¿Por qué no?

Porque el sexo empasta todo. Se confunden las cosas, los sentimientos.

¿Qué se confunde?

Y…  ponéle que te enamorás. Se pudre todo. Te quedás sin chicha ni limonada. Sin el pan y sin la torta, Sin amigo y sin novio de un saque. En Pampa y la vía.

Si se establecen pautas claras desde el principio de la relación, ese riesgo no existe.

Pero no somos robots, Zulma. Somos personas. No siempre podemos dividir los tantos.

Las minas no podemos, Susy. El sexo para nosotras siempre estuvo ligada al enamoramiento. Los tipos no. Separan bien las cosas.  

Me hiciste acordar de aquella escena de “El lado oscuro del corazón”, de Subiela.

¿Cuál?

“Oliverio”, el personaje de Darío Grandinetti, se deshace de su amante apretando un botón, y la mina cae en un pozo sin fin.

¿Cómo el programa de Barassi “Ahora caigo”? ¡Qué machirulo ese Oliverio!

En ese momento, causaba gracia. Hoy, lo cancelarían de una. 

¿Se enteraron del escandaloso fallo de un tribunal italiano? Según la justicia, tocarle la cola a una chica por menos de 10 segundos no es delito.

¿Es una joda?

¡No! ¡Es posta! Absolvieron a un portero mano larga con ese argumento.

¿Y quién toma el tiempo? ¿El acosador o la víctima? 

Habrá que andar con gas pimienta y un cronómetro en la cartera. Un disparate. Esos jueces romanos, que se lavaron las manos a lo Poncio Pilatos, al cadalso. 

Volviendo al tema de amigos con derechos, una pregunta. ¿Se puede ser amiga de un ex?

Pasada la bronca, puede ser. Pero tiene que correr mucha agua bajo el puente.

O sea, amistad post pareja, post sexo. ¿Ahí sí?

Depende. Mirála a Jimena Barón. El vago de su ex, ahora con su ex mejor amiga, Gianinna.

Le dedicó una canción, ¿no? “La araña”: “Y quién iba a pensar, quién iba a imaginar, que fue al final mi amiga, la que tanto me quería, me engañaba. Quién iba a pensar, quién iba a imaginar, que había otra razón por la que ella me pedía que lo dejara. Yo lloraba y ella lo robó.”

¡Alta traición! Habiendo tanto tipo suelto, justo se engancha con ese nabo. Fea la actitud.

¿Nosotras nunca nos robamos ningún novio, no? Confesemos a calzón quitado.

A mis ex se los entrego envueltos para regalo, con moño y todo. Regalados son caros.

Chicas, brindemos por nuestra larguísima amistad, a prueba de trastadas. ¡Chin, chin!

after office

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE